María del Mar Téllez, Concejala Delegada de Cultura y Presidenta del Instituto Municipal de las Artes Escénicas de Córdoba (IMAE), Antonio Rojas, Concejal Delegado de Educación e Infancia del Ayuntamiento de Córdoba, Francisco Mateo López Arenaga, Director del Área de Negocios de Caixabank en Córdoba, y Gloria Ruiz, delegada de la Fundación Cajasol en Córdoba, han presentado este lunes 25 de abril el concierto escolar ‘El coleccionista de paisajes’, al que más de 2.100 escolares asistirán este martes 26 y miércoles 27 de abril en el Gran Teatro de Córdoba en sendas sesiones cada día (10.00 y 12.00 horas)

Desde el golpe rítmico de un martillo hasta el rumor del viento, todo lo que nos rodea crea un fondo «musical» que nos acompaña a lo largo del día. Son nuestros paisajes sonoros cotidianos. Un personaje pintoresco, el coleccionista de paisajes, graba durante el concierto estas sonoridades, mientras seis músicos interpretan para nosotros obras inspiradas en estos sonidos escritas por Debussy, Ravel, Bartok, Schönberg o Stravinski entre otros. Danzas, malabares, sombras chinescas, canciones y muchas otras sorpresas completan este espectáculo que se convierte en un magnífico vehículo para que los más pequeños se familiaricen con la música del siglo XX.

Durante el espectáculo, de una hora de duración aproximadamente, se escuchan diversos sonidos que se distinguen en un mismo paraje durante el día y la noche y se podrá percibir cómo estos sonidos naturales son absorbidos por instrumentos que los convierten en música de compositores extraordinarios, como Stravinsky o Béla Bartók.

Como complemento didáctico, se ha preparado un ‘dossier’ con ejemplos, ilustraciones y un CD que facilita a los escolares la comprensión de la música interpretada. Más allá de los contenidos académicos, el ‘dossier’ es un instrumento para promover la integración, la convivencia y el respeto a las diferentes culturas.

Un personaje pintoresco, el coleccionista de paisajes se encarga de grabar minuciosamente las sonoridades que se transforman en música. Y en su locura, es capaz también de mostrar al público las imágenes pictóricas que se esconden detrás de cada melodía. Si se sigue al coleccionista, uno se pierde en el paisaje que se siente, que se escucha y que se ve. En esta ocasión, la dirección musical es de Albert Gumí y la dirección artística de Xavier Erra.