La Fundación Cajasol acogió este viernes 14 de noviembre la segunda jornada del seminario sobre inmigración, cooperación y desarrollo ‘Solidaridad en tiempos de crisis’, enmarcado dentro de la I Semana de la Solidaridad que se lleva a cabo en nuestra entidad hasta el próximo domingo con una exposición y la entrega de las ayudas por el programa de Cooperación al Desarrollo que realizamos el pasado martes 11 de noviembre. En la sesión inaugural estuvieron presentes el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, el Rector de la Universidad Pablo Olavide, Vicente Guzmán, el Rector de la UNIA, Eugenio Domínguez, y el Director del Centro Mediterráneo Andalusí de la Universidad Pablo de Olavide, Sami Naïr.

Antonio Pulido aseguró que el seminario «pone un magnífico broche final a las actividades por la ‘Semana de la Solidaridad» y puso especial énfasis en el que hecho de que «no se trata de practicar la solidaridad a pesar de la crisis, sino de hacerlo precisamente porque atravesamos una etapa de dificultades» porque precisamente «practicar la solidaridad es seguramente una de las inversiones más rentables que podemos realizar».

En este sentido, el presidente de la Fundación Cajasol apuntó que «en los últimos años hemos destinado más de 7 millones de euros a proyectos de desarrollo desarrollados por distintas ONGs en medio centenar de países, que han contribuido a mejorar la vida de más de 260.000 personas. Son programas que se unen a la acción social que la Fundación desarrolla también dentro Andalucía, y a la que estamos destinando uno cada cuatro euros de nuestro presupuesto».

Así, Pulido invitó a los presentes a mostrarse solidarios, ya que «nunca como hasta ahora habíamos tenido tan al alcance de la mano la posibilidad de impactar de forma positiva en la vida de los demás».

Por su parte, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, manifestó que ella está al frente de un Gobierno que tiene en su «ADN la lucha contra cualquier desigualdad y la solidaridad» y ha abogado por que a Andalucía se la mire como la «puerta de Europa» y no como mero «guardián de fronteras».

Durante su intervención en el seminario, Díaz ha indicado que, sin duda, en momentos de crisis como estos, quien quiere tiene la excusa para recortar en cooperación, solidaridad e incluso en derechos, pero el compromiso se tiene que demostrar «en su apuesta por la solidaridad, el codesarrollo y la cooperación».

Ha señalado que en Andalucía hay 700.000 personas inmigrantes, que en una situación de crisis como la actual se pueden convertir en parte de esa población especialmente vulnerable, a la que hay que garantizar el acceso a los derechos y los servicios públicos esenciales en las mismas condiciones.

A juicio de la presidenta, también hay que pensar en las personas que están en los países de origen de esos inmigrantes y que tienen que tener la solidaridad de aquello países que nos llamamos o autodenominamos «países desarrollados».

Por su parte, el director del Centro Mediterráneo Andalusí de la Universidad Pablo de Olavide, Sami Naïr, ha manifestado que la Junta de Andalucía está comprometida, en una situación económica difícil, con mantener la solidaridad social, en unos momentos en los que la globalización está destrozando el vínculo social por todas partes. Ha recalcado que la Junta es un ejemplo en España de inteligencia política y de solidaridad.    

[AFG_gallery id='11']

]]>