La sede de la Fundación Cajasol en Sevilla acogió este martes 14 de junio una nueva sesión del Aula de Cultura de ABC de Sevilla, que contó en esta ocasión con la presencia de Juan Antonio Ruiz ‘Espartaco’ y la charla-coloquio ‘El toro, el toreo y el torero’, en el que el diestro recordó sus inicios en el mundo del toro, su trayectoria y algunos de los asuntos de actualidad que discurren en estos momentos alrededor de él. «La tauromaquia es una forma de conocer el mundo, de conocer al ser humano por dentro y por fuera», apuntó Francisco Robles, conductor del acto. «En la figura de Espartaco se unen los tres principios de la triada taurina: es un torero poderoso y colosal; técnico y artista al mismo tiempo; capaz de la hazaña como demostró hace poco en la Maestranza; es un enamorado del animal más bello del planeta; y nadie como él puede presumir de parar, templar y mandar».
«Yo empecé queriendo ser torero por hacer feliz a mi padre. Con él empecé a entender que era el mundo del toro», reconoció Espartaco. «En mi casa se vivían momentos de felicidad únicamente por darle capotazos a una becerra». Juan Antonio Ruiz se entusiasmó rememorando sus inicios y sus primeros viajes en los que volvía a su pueblo «como un héroe», repletos de anécdotas y de muchísima ilusión. «Me pesaba la responsabilidad porque la gente me veía unas condiciones que yo no sentía por entonces. La gente me decía que iba a torear grandes toros, pero yo no me sentía capaz aún de hacerlo. Eso fue una lucha tremenda», confesó.