La Fundación Cajasol, con la colaboración de Cine Club Vida, inicia su programación de cine de este curso 2017-2018 abordando un hito histórico complejo y fascinante como la Revolución Rusa que, junto a la Primera Guerra Mundial (1914-1918), marcaron el transcurso del siglo pasado. Durante el mes de octubre se proyectarán tres películas, de tres cineastas soviéticos significativos, en tres contextos diferentes: ‘Octubre’ (6 de octubre), de Serguei Eisenstein y Grigori Aleksandrov, ‘El cuarenta y uno’ (13 de octubre), de Grigori N. Tchoukhraï, y Quemado por el sol (27 de octubre), de Nikita Mikhalkov. Las proyecciones, a las 20:00 horas y con entrada libre hasta completar aforo, tendrán lugar en el Teatro Cajasol (Plaza de San Francisco -Sevilla-, entrada por c/ Chicarreros). Más información en el teléfono 954 508 200.
Octubre (1928) está contextualizada en febrero de 1917. Dada la hambruna general en Rusia, la masacre de soldados en la Gran Guerra y el descontento social acumulado durante siglos, el zar decide abdicar y Kerensky sube al poder, pero el gobierno menchevique provisional no abandona la guerra europea y el movimiento revolucionario va tomando fuerza en las calles y las fábricas. En octubre desemboca en el levantamiento de los bolcheviques y la toma del poder del proletariado.
El cuarenta y uno (1956) se enclava en los primeros años de la Guerra Civil rusa (1917-1923). Un destacamento del Ejército Rojo, liderado por Yevsiukov, es derrotado en unas escaramuzas, iniciando la retirada desde el Mar Caspio hacia las arenas del desierto de Kara-kum. Marjutka, diestra francotiradora, ha eliminado ya a 40 contrarrevolucionarios. En el transcurso de un tiroteo, el oficial de la nobleza es hecho prisionero. Ambos establecen una íntima amistad. La guerrillera, junto a otros dos bolcheviques, se encargará de acompañarlo a juicio en el Estado Mayor. Durante la travesía, el velero zozobra y la pareja se reencuentra en una isla desierta. Él enferma y ella le cuida. Finalmente, divisan una embarcación enemiga. Marjutka es incapaz de traicionar sus principios.
Quemado por el sol (1994) evoca el pasado ya lejano de 1936 cuando la revolución soviética marcó hondamente la historia personal y familiar de Mikhalkov. Nacido en Moscú en 1945, su infancia se realizó en un hogar dividido por el comunismo. Sergei, su padre, gozó del favor del partido comunista. No así su hermano Andrei que, por ello, prefirió usar el apellido materno y como A. Konchalovsky viajó al extranjero, llegando a hacer cine en EE.UU. En su regreso a casa, realizó también cine, llegando a sortear a la rigurosa censura soviética.