Un grupo de más de veinte personas voluntarios de la Fundación Cajasol participaron el pasado mes de abril en una actividad medioambiental en la finca La Contienda, en Aroche (Huelva) para plantar 200 pinos con un porte entre 1,80 y 2 metros. Se trata de una iniciativa de la Fundación Cajasol dentro de las acciones que lleva a cabo para luchar contra el calentamiento global de nuestro planeta. Para asegurar su supervivencia se dotó de riego por goteo a la plantación, algo que ha ayudado a que los árboles plantados hayan superado las temperaturas extremas de principios de agosto y estén en buenas condiciones.
El CO2 es uno de los principales causantes del calentamiento global. La reducción de su emisión es primordial para poder afrontar los graves problemas a los que se enfrenta el planeta, pero también se puede actuar después de ser emitido y para reducirlo contamos con unos fieles aliados: los árboles. Según un estudio elaborado por la Universidad de Sevilla en 2007, los árboles que más CO2 pueden eliminar del medio ambiente son los pinos. En concreto un árbol adulto de esta especie es capaz de contrarrestar unas 50 toneladas de CO2, que no es una cantidad nada desdeñable. Es el equivalente a las emisiones de humo de 30 automóviles al año que recorran 10.000 Km.
La Contienda es una gran superficie en la que habitan especies tan interesantes como el águila real, el águila imperial, el milano real, el buitre leonado, la garza real, la cigüeña negra, el buitre negro, etc, pero también el zorro, el ciervo, el jabalí, el sapo común o la lagartija ibérica. En cuanto a la flora, se dan especies como el pino resinero, la encina, el alcornoque o el torvisco.
La labor de reforestación es siempre necesaria para prevenir incendios, enfermedades (sobre todo la ‘seca’ de la dehesa), favorecer la biodiversidad y reforzar los ecosistemas.