Antonio Zoido, presidente de la Fundación Machado, la escritora Claudia Capel y los alumnos del taller Ars Poética presentaron el pasado lunes 17 de febrero el programa de conferencias previsto dentro de las actividades que se organizan en la Fundación Cajasol con motivo del 150 Aniversario del fallecimiento de Bécquer. Precisamente un 17 de febrero…de 1836 nació Gustavo Adolfo Bécquer, a quien se le rindió un pequeño homenaje leyendo varios poemas del ‘Libro de los gorriones’. El ciclo de conferencias arrancó el 24 de febrero, con la intervención de Antonio Zoido y su ‘Renacimiento del flamenco: de Estébanez Calderón a Demófilo pasando por Bécquer’. El mes de marzo empezó con la participación de Cristina Cruces Roldán con ‘Tipos populares en el mundo de Bécquer’ y le siguió la periodista de ABC de Sevilla Marta Carrasco analizando ‘Bailes y escuelas de baile’. El ciclo, organizado por la Fundación Machado, se tuvo que ver interrumpido por la crisis sanitaria del COVID-19, que nos obligó a suspender toda la actividad prevista en nuestras sedes de Sevilla, Cádiz, Córdoba y Huelva. Sin embargo, una vez inmersos en la FASE 1 de la desescalada, hemos decidido grabar las ponencias de los protagonistas que configuraban este primera parte de la programación. Así, este lunes 18 de mayo por la tarde ofrecemos a nuestros usuarios la oportunidad de disfrutar con la presencia de Pedro M. Piñero y su ponencia ‘El Renacimiento del Romance’. En ella el director del Área de Literatura Oral de la Fundación Machado y catedrático emérito de Literatura Española de la Universidad de Sevilla analiza en qué medida y de qué manera recibe, ve e interpreta Bécquer el romancero. La semana que viene será el turno de Antonio José P. Castellano hablando sobre ‘La Semana Santa romántica que no gustaba a Bécquer’.
El catedrático emérito de Literatura Española de la Universidad de Sevilla analiza en la Fundación Cajasol en qué medida y de qué manera recibe, ve e interpreta Bécquer el romancero. «Los siglos de oro desde finales del siglo XV a principios del siglo XVII es la época dorada del romancero. Lo cierto es que el romancero viejo se convierte en uno de los elementos fundamentales que se hace en la literatura española y europea. Cuando Bécquer recoge el romancero, estaba ya ocupando un lugar especial dentro de la literatura española del siglo XIX. ¿Qué tiene que ver Bécquer con el romancero? Tenía el gran problema del hombre moderno, recuperar su conciencia enajenada por la historia; ser lo que quería ser a través de la literatura y el romanticismo le facilitaba algo eso de encontrarse a si mismo a través de la literatura. Bécquer, en su época, era un escritor, en ese sentido dramático. Se pasó la vida viajando dentro de su alma para encontrarse a si mismo y para ofrecer su obra tan personal al lector» A Piñero le asalta una idea: ¿No es una versión del antiguo romance un descubrir él su fracaso amoroso? «A mí me parece que sí. Aquí se retrató Bécquer utilizando el romance del siglo XVI y utilizando la reinterpretación que él hace de ese romance».