Truco que emplean: ¡GRATIS!

¿Cuántas veces hemos observado largas colas esperando a recoger una ración de paella popular gratis? ¿Cuántos folletos o revistas gratuitas cogemos en un Congreso o Feria y luego los tiramos sin leerlos? ¿Cuántas veces hemos comprado una segunda unidad de algo que pensábamos comprar sólo una para llevarnos gratis la tercera?

La palabra “GRATIS” es un poderoso reclamo. Nos cuesta resistirnos a lo gratuito porque no nos ha supuesto una salida de dinero. No hemos gastado nada en conseguirlo y no perdemos la posibilidad de comprar otras cosas pues nuestro dinero sigue intacto. 

Sin embargo, la palabra GRATIS nos lleva como consumidores a tomar decisiones irracionales. Además, por el mero hecho de ser gratis, tendemos a otorgarle al bien en cuestión un valor mucho mayor que el que realmente tiene.

Los especialistas en precios utilizan la palabra GRATIS para impulsar la demanda de diferentes artículos y servicios. La venta de una crema solar a la que se le añade un producto complementario gratuito (una gorra o una toalla) nos puede parecer más atractiva que otra crema solar sin aportar nada gratis, olvidándonos de comparar sus cualidades.

¿Cómo luchar contra GRATIS?

Hay que pararse a pensar por un momento cuánto vale ese producto o servicio gratis y si realmente compensa. Por ejemplo, en una oferta 3×2, donde el tercer elemento es gratis, podemos pensar si realmente quiero dos productos más cuando sólo había venido a comprar uno y, además, me estoy gastando el doble de lo que tenía pensado.

ATENCIÓN: Si algo es gratis, es probable que el producto seas tú.

Esto quiere decir que si un proveedor nos ofrece un producto o servicio gratuito es que su fuente de ingresos es otra y lo más probable es que la base de esos ingresos sea la información confidencial que obtiene sobre nosotros.

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Publicado el

mayo 17, 2021