Como han dicho en muchas ocasiones: “todas, o casi todas, las decisiones que tomamos se transforman en dinero”. Por eso dedicamos este Lunes Financiero a trasladar unos consejos para COMER BIEN CON INFLACIÓN:
Hacer un plan semanal de comida, incluyendo desayunos, almuerzos, meriendas y cenas.
Comprar según ese guion (evitando lo superfluo), mejor en tiendas de barrio cercanas, evitando desplazamientos con el coche, dado el precio de la gasolina.
Las compras mensuales deberían ser: aceite de oliva (administrarlo bien dado su precio), leche, café, legumbres (imprescindibles las lentejas, alubias y garbanzos). No tienen por qué ser cocidos, salen más caros.
Las compras semanales: frutas (3 piezas al día por persona, aprovechar ofertas o frutas de temporada), verduras (lechuga, espinacas, tomates crudos, berenjenas, etc, según temporada) para comer en almuerzo y cena. Y por supuesto huevos, lo mejor para las cenas.
Dos veces a la semana debería cocinarse un plato de pescado (podría ir con arroz, patatas o legumbres). La ración no debería ser mayor de 120-150 g por persona, y la carne como máximo 300 g a la semana, alternando pollo, ternera o cerdo. He de recordar que los garbanzos no necesitan llevar carne ni pescado, pues son completos, a falta solo de una verdura como acompañamiento, mejor cruda.
En el desayuno, café con leche o leche para los niños, nada de dulces procesados; lo mejor pan con queso o con aceite. Y una fruta para media mañana.
En las cenas va muy bien un filete de pollo con arroz cocido y verduras; y también los revueltos o tortillas de verduras (berenjenas, brócoli, judías verdes, etc.), y por supuesto, las cremas de verduras.
Un día a la semana pasta, que se puede complementar con verduras y unos huevos rellenos.
ALGUNOS CONSEJOS MÁS:
Recuerda que con los productos envasados tenemos que pagar los envases y eso supone que el interior es de peor calidad.
Guisar para tener todos los días un plato caliente. Los potajes de garbanzos y alubias y los guisos de carne congelan estupendamente. Lo ideal es congelarlo en fiambreras individuales e ir sacando según necesidades.
No abusar de las patatas, en detrimento de la verdura, que es lo más sano.
Evitar comprar botellas de agua, salvo que la del grifo tenga algún problema. También evitar salsas preparadas: el tomate frito deberíamos hacerlo nosotros y congelarlo en pequeñas porciones.
El arroz es un plato muy socorrido con su sofrito, pues con él podemos aprovechar toda la verdura sobrante y antes de que se deteriore en la nevera. Tras el arroz debe ir una proteína (huevo, carne o pescado).
HAY QUE COMPRAR ALIMENTOS FRESCOS, PARA COCINARLOS NOSOTROS MISMOS. Es un modo organizado de tener orden en la alimentación familiar.
Cocinar nosotros mismos las recetas tradicionales de mamá o la abuela, nos permiten:
- Conocer lo que comemos,
- Consumir las raciones adecuadas.
- Comer variado, de cada uno de los diferentes grupos de alimentos: fruta, verduras, cereales integrales, carnes magras, huevos, pescados o legumbres…,
- No utilizar conservantes ni colorantes u otro tipo de componentes menos saludables.
- Conservar en perfectas condiciones cada plato recién hecho, 3 o 4 días en el frío.
Con el asesoramiento y redacción de Charo Barrios. Blog: https://www.comeencasa.net/
En las próximas entregas abordaremos otro tema preocupante al que le afecta la inflación: el incremento de las cuotas de las hipotecas a tipo variable
