El escritor gallego Manuel Rivas, autor de la novela “El lápiz del carpintero’ , clausuró las jornadas ‘Letras ibéricas’, con una conferencia sobre la literatura gallega transfronteriza entre España y Portugal.

Esta iniciativa llevada a cabo por la Real Academia de Buenas Letras, en colaboración con la Fundación José Saramago y la Fundación Cajasol, promete convertirse en una de las citas literarias ineludibles de la primavera en Sevilla. El objetivo es crear un espacio de reflexión sobre la obra creativa de diferentes autores y la singularidad de la cultura ibérica.

Durante los días 16, 17 y 18 de mayo, se han congregado numerosos expertos en literatura española y portuguesa como Lídia Jorge, una de las escritoras más reconocidas del panorama literario portugués, Pilar del Río, presidenta de la Fundación Saramago, el crítico Ignacio F. GarmendiaEva Díaz Pérez, directora del Centro Andaluz de las Letras, o el propio escritor Manuel Rivas.

En la última sesión de estas jornadas, Manuel Rivas fue el encargado de abordar cuestiones relacionadas con el iberismo y transiberismo, así como la relación de las formas de convivencia en la península como un espacio y un punto referencial.

Durante su intervención, el escritor, además, de leer varios fragmentos relativos a su último trabajo, ‘O que fica fóra’ o ‘Lo que queda fuera’, ha realizado un recorrido por la historia del concepto de iberismo desde el siglo XVIII hasta prácticamente nuestros tiempos, destacando el papel de personalidades como Abate Marchena o Antero Quental.

Desde el punto de vista creativo, y citando a Marcel Duchamp, Rivas ha reconocido que “La historia social tiene que ver mucho con nuestra situación como individuos, como personas sabemos que las circunstancias nos condicionan mucho. En la tarea creativa hay una idea de Marcel Duchamp que dice las personas creadoras serían aquellas que habitan la dificultad de su época’.

En relación al concepto de frontera, el escritor ha afirmado que existe una a fuerte presencia del componente ‘ibérico’  en el terreno de la literatura y las artes en general, puesto que “frente a la idea de fronteras y esa idea de pertenecer a dos hemisferios diferentes, realmente en el terreno del pensamiento, la literatura y la creación siempre hay esa presencia, esa sensibilidad”.

Por último, el autor ha reflexionado sobre la importancia del mar, un elemento fundamental y muy poco presente a la hora de hablar de iberismo “me sorprende mucho que, a veces estamos hablando de una isla, España y Portugal, Iberia y su diversidad, y es prácticamente de los países que más costa tiene del mundo y que tienen una tradición, una cultura, en cambio es como algo bastante marginal.”