El presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, ha sido nombrado Académico de Honor de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, y ha ingresado en esta Institución realizando la lectura de un discurso que ha abordado con detalle la transformación ya culminada del sistema financiero y los retos de futuro de este sector, bajo el título: “Transformaciones producidas y nuevos retos del sistema financiero español”.
Durante su discurso, el presidente de la Fundación Cajasol ha hecho varias reflexiones y ha sido autocrítico con el proceso de transformación y la evolución del sistema financiero hasta llegar a nuestros días “hay que comenzar destacando que el sector ha experimentado en este período uno de los procesos de reestructuración más complejos y profundos de la Zona Euro. Unos cambios que han configurado un nuevo escenario y unas reglas del juego radicalmente distintas a las que conocíamos antes del estallido de la crisis”. Además, Pulido ha puntualizado que se trata de “una transformación de un calado sin precedente alguno en la historia de España que se ha producido a pesar de que inicialmente se pensaba que los bancos y cajas españolas gozaban de una fortaleza superior al resto de entidades europeas y que, por lo tanto, iban a sufrir menos los efectos de la crisis. Posiblemente, esto se debió en primer lugar a un error de diagnóstico sobre la naturaleza y la gravedad de los problemas a los que se enfrentaba el sector financiero
Tal y como explicó durante su intervención, “este camino de reformas y de reorganización del modelo financiero español ha tenido, pues, sus luces y sus sombras, aunque el balance no puede considerarse más que positivo”. A pesar de ser crítico en algunos de los aspectos y decisiones que se tomaron en su momento, Pulido ha corroborado, con datos y conclusiones que “el trabajo realizado para la recapitalización, saneamiento, ajustes de capacidad y reforma de las cajas de ahorros han permitido superar los desequilibrios que se habían acumulado en el sistema financiero. A día de hoy, y como señalan las distintas evaluaciones que han hecho tanto el Banco Central Europeo como la Comisión Europea o el Fondo Monetario Internacional, el sector bancario español cuenta con balances saneados y con mayor fortaleza, lo que le permitió, por ejemplo, afrontar la crisis de la pandemia. El resumen de la situación actual es que hay menos entidades, es cierto, pero son más grandes, están bien capitalizadas y son más competitivas. Es decir, el sistema ha ganado en solidez, estabilidad y confianza. Creo por tanto que el balance que podemos hacer de este proceso de reestructuración es, con todas las cautelas, positivo”.
Para concluir su intervención, el presidente de la Fundación Cajasol quiso profundizar sobre el futuro y los retos de la banca: el de la estructura de los bancos, la exclusión financiera en algunos territorios, sobre lo que Pulido señaló que “en algunos segmentos de la población el uso de las herramientas digitales les resulta engorroso y complicado”. Y, por último, el fenómeno de la llamada “plataformización” de la banca, que tal y como explicó el conferenciante “se configura como un auténtico ‘supermercado’. Un proceso que no diré que sea inverso, pero sí paralelo a la entrada de las llamadas “big tech” como Microsoft, Apple o Google en servicios financieros. No es el futuro, sino el presente”.
En el último apartado de su exposición, Pulido quiso reivindicar el importante papel que han jugado, y que juegan todavía fundaciones como la que preside, así como todas y cada una de las obras sociales de las cajas andaluzas: “La obra social de la que partimos y que ahora canaliza la Fundación Cajasol se articula en tres grandes líneas de trabajo: el impulso al crecimiento económico, nuestra acción social, y el tercer gran eje de nuestra actividad, y que representa sin lugar a dudas una de las grandes señas de identidad de nuestra misión como Fundación, está la conservación, la promoción y la difusión del rico patrimonio cultural y artístico de Andalucía”.
Por último, el presidente de la Fundación Cajasol ha querido agradecer este nombramiento tan especial a la Academia: “pienso que no se puede terminar mejor el año que siendo reconocido y acogido tan solemnemente como Académico de Honor por una de las instituciones culturales más importantes y activas de tu tierra”. Además, ha querido aprovechar su discurso para “renovar el compromiso que mantengo con el desarrollo de nuestra tierra y para adquirir públicamente uno nuevo con la Real Academia de Córdoba, una institución con la que, como saben, venimos trabajando muy intensamente en un amplio programa de actividades de divulgación de nuestro patrimonio histórico”.