El Papa Francisco ha recibido en el Vaticano a una delegación sevillana encabezada por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, en una audiencia cargada de significado y simbolismo. En el encuentro, solicitado expresamente por el Santo Padre, han participado también el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, y el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido.

Durante su intervención, Antonio Pulido ha agradecido al Santo Padre su impulso al Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, del que la Fundación Cajasol ha sido colaborador principal, como ya ocurrió en el primero hace 25 años, y ha destacado la importancia del mismo. Además, Pulido destacó que “durante el Congreso se trató principalmente la importancia de la gran obra social que realizan las hermandades en toda Andalucía, con las que nos sentimos muy identificados y trabajamos de forma conjunta dentro de la Acción Social que realizamos desde la Entidad que presido”.

Durante la audiencia, el presidente de la Fundación tuvo el privilegio de entregar personalmente al Papa Francisco obras de gran valor simbólico. Por un lado, El divino impaciente, de José María Pemán, un libro que el pontífice ha reconocido en diversas ocasiones como una de las lecturas que más le han marcado. El propio presidente en la conversación con el Papa Francisco le hizo saber que era conocedor de que había representado esta obra, información que fue ratificada por el mismo.

Esta obra recrea la vida de San Francisco Javier, reflejando el espíritu misionero y de entrega, valores que el Papa ha subrayado como esenciales en su mensaje pastoral.

Por otro lado, Antonio Pulido le hizo entrega del libro Sevilla en clausura, de Ismael Yebra y el fotógrafo Antonio del Junco, una obra singular y delicada que ofrece un recorrido por la vida de las religiosas de clausura en los 14 conventos de Sevilla. Este trabajo refleja, con respeto y belleza, la profunda vocación de aquellas mujeres que han dedicado su vida al silencio y la oración, optando por un camino de recogimiento espiritual y entrega absoluta.

Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, participa en la audiencia con el Papa Francisco en el Vaticano