Antonio Zoido clausura ‘Los Lunes son de Bécquer con la conferencia virtual sobre ‘El retorno de los hermanos Bécquer a Sevilla’

Jun 29, 2020 | Conferencias, Cultura

Antonio Zoido, en la Sala Literaria Bécquer para su conferencia en el ciclo 'Los Lunes son de Bécquer'

El ciclo de conferencias ‘Los Lunes son de Bécquer’, organizado por la Fundación Machado dentro del programa previsto en las actividades que se organizan en la Fundación Cajasol con motivo del 150 Aniversario del fallecimiento de Bécquer, concluyó este lunes 29 de junio con la intervención de Antonio Zoido, presidente de la Fundación Machado. El ciclo se vio interrumpido por la crisis sanitaria del COVID-19 y en estos momentos de desescalada y regreso a la normalidad, decidimos grabar las ponencias de los protagonistas que configuraban esta parte de la programación. El filósofo y estudioso de la cultura tradicional andaluza, habla sobre ‘El retorno de los hermanos Bécquer a Sevilla’. «Se trata de un episodio al parecer muy fácil que realmente no lo fue tanto, como veremos a continuación», anuncia el propio Zoido al inicio de su charla ¡Puedes disfrutarla ya en nuestro canal de Youtube!

 

«Fueron personalidades como los Hermanos Álvarez Quintero y José Gestoso, figura que lleva la vida intelectual de Sevilla, y se preocupa porque la ciudad resalta por destacar el amor con sus hijos con sus figuras, sus monumentos, los que impulsaron el regreso de Gustavo Adolfo y Valeriano, con el encargo de José Gestoso al pintor gaditano Salvador Sánchez Bermudo de un retrato de Bécquer para que colgara en la galería de Sevillanos Ilustres que tenía la Biblioteca Colombina, que finalmente es vetado por las autoridades al acusarlo de hereje y provoca que José Gestoso mande un escrito de queja en agosto de 1880, apoyado por numerosos intelectuales de la época. No consiguieron que se colocara el cuadro pero cinco años después se le devolvió a Gestoso y lo ubicó en la Sociedad Económica de Amigos del País», comienza recordando Antonio Zoido.

Es allí, años después, cuando empieza a cimentarse la idea de hacer volver los restos de los hermanos Bécquer a Sevilla y trasladarlos al Panteón de Sevillanos Ilustres, hecho aceptado por el deán López Cepero pero que encuentra el rechazo de muchas personas de la universidad.

Cuando acabó el siglo Sevilla empieza a ser otra Sevilla. «En 1900 Sevilla ya ha aprendido la idea de que puede volver a ser una ciudad muy importante. Es entonces cuando se encarga un busto de Bécquer para ponerlo a mitad de la calle Torneo y aprovechando el cincuentenario de la muerte del poeta organizan un homenaje con misa de difuntos, colocación de la primera piedra de ese monumento y colocación de lápida en la casa del autor, en la calle de Conde Barajas», rememora el presidente de la Fundación Machado. «Empieza a fraguarse la idea de que Sevilla puede convertirse en una estación de invierno-primavera y que podría venir muchísima gente de fuera. Bécquer encarnaba así, de alguna manera, un reflejo de la Sevilla que se quería construir, la de la exposición Iberoamericana.

«Los hermanos Álvarez Quintero y José Gestoso impulsan proyectos para poner en valor la figura de Gustavo Adolfo Bécquer: traer los cuerpos a Sevilla y levantar un monumento en lo que es ahora el parque Maria Luisa del mejor poeta sevillano de todos los tiempos, obra que quedaría en manos de Lorenzo Coullaut Valera, “un monumento que está vivo” y que se inaugura de forma multitudinaria. en un camino que Sevilla recorría para configurarse en un imperio sentimental. El proyecto de los hermanos Álvarez Quintero caló más en la sociedad pero ambos se llevaron a cabo y toda Sevilla se movilizó. El día que traen los cuerpos de los hermanos Bécquer a Sevilla está lloviendo a mares y no les queda más remedio a la comitiva que refugiarse en la Iglesia de San Vicente, donde se quedarían en la capilla de la hermandad de las Siete Palabras hasta que en la tarde del día siguiente se desplazan a la Iglesia de la Anunciación, donde han quedado hasta el día de hoy», finaliza Zoido a modo de recuerdo, agradeciendo al público la buena acogida del ciclo.

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