La Asociación de Jubilados Empleados de Cajasol (Ajemsol), como cada segundo miércoles de mes, ha celebrado un foro con temas de actualidad en la Sala Juan de Mairena del Centro Cultural Cajasol. En esta ocasión, el invitado ha sido el Doctor en Medicina y Geriatría, médico de Atención Hospitalaria de Personas Mayores en la Unidad Perioperatoria de Medicina Interna del Hospital Virgen Macarena y académico de la Real Academia de Medicina de Sevilla, Luis Fernández López, que ha aportado algunas propuestas para envejecer bien. 

El acto ha estado dirigido por el presidente de Ajemsol, Francisco Pérez Rodríguez, y el ponente estuvo presentado por el asociado Francisco Aguilera Genicio. De este modo, el doctor Fernández ha comenzado hablando del fenómeno social llamado 'envejecimiento del envejecimiento', es decir, el hecho de que en la última década se haya incrementado notablemente la población mayor de 80 años, situación que a su vez genera mayor probabilidad de esperanza de vida futura. En España, por comunidades, son Cataluña, Andalucía y Madrid las que cuentan con más personas mayores en su población.

Así, el envejecimiento, según el invitado, es el "proceso que convierte a los individuos adultos en más vulnerables por su mayor dificultad en reparación celular". En cuanto a la sintomatología, cada proceso o enfermedad sufrida sustrae de algún modo expectativas de vida en teoría. Con los años, envejecen todos los órganos, tanto el sistema cardiovascular, los sentidos, el aparato respiratorio, digestivo, endocrino e inmune, como la capacidad cognitiva. Esto lleva a enumerar los factores de los que depende el envejecimiento que pueden ser personales, ambientales y sociales. De esta forma, según el doctor, en razón a su situación, las personas mayores pueden ser clasificadas como sanos, enfermos, frágiles, y dependientes. Estos factores predicen la mortalidad de los individuos y su peor edad. Los frágiles tienen mayor probabilidad de acabar en residencia.

Fernández ha continuado hablando de la importancia de la alimentación en el proceso del envejecimiento. Según un reciente estudio, la mayoría de nuestros mayores están bien alimentados cuantitativamente, pero tienen deficiencias cualitativas como beber poca agua, tener déficit de vitamina D, falta de calcio, consumo insuficiente de frutas y verduras y abuso de grasas saturadas. También ha aludido al perjuicio de alimentos muy energéticos pero poco nutritivos como los dulces, que oxidan rápidamente las células. La sal es otro enemigo a evitar, fijando un nivel máximo de 7 gramos por persona y día, enumerando los alimentos que la contienen en exceso como todo tipo de precocinados. Y por último, el doctor Fernández ha subrayado la importancia de continuar practicando la actividad sexual como una función más del organismo y por su influencia en la mejora de la afectividad y de la autoestima. De esta forma, Fernández concluyó con que "hay que evitar rumiar lo negativo, pues acelera notablemente el envejecimiento. Hay que ir adaptándose a los tiempos, evitando el estrés, que hace aumentar los radicales libres y perjudica al sistema inmunológico".

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