Hablamos con Charo Toscano, consultora de Comunicación que imparte en la Fundación Cajasol de Huelva los talleres “Aprende a buscar empleo con las redes sociales”, dirigidos a jóvenes desempleados y a estudiantes de Formación Profesional. En estas sesiones, el alumnado descubre cómo las redes sociales pueden favorecer su empleabilidad mediante un correcto uso.

¿En qué medida las nuevas tecnologías han cambiado la forma en que buscamos y encontramos un empleo?

La manera en la que buscamos empleo ahora no tiene nada que ver con la de hace tan sólo unos años. Antes te inscribías en una oferta y esperabas una respuesta a tu candidatura. Ahora el candidato trabaja su marca personal y su red de contactos para ser encontrado por un reclutador o para conversar con él. Por tanto, promocionarnos en la red es una oportunidad que antes no existía. Además, el currículum que imprimíamos en papel ya no sirve. Cualquier empresa antes de contratarnos va a mirar nuestras redes sociales, y allí van a encontrar todo lo que desea saber de nosotros: cómo somos, lo que sabemos hacer, nuestros gustos y aficiones, el ambiente en el que nos desenvolvemos, etc. De hecho, algunos candidatos que han pasado un proceso de selección luego han sido descartados por lo que han visto en sus redes sociales. También hay personas que no están en las redes sociales para no exponerse, pero eso también es negativo si estamos buscando empleo. Ahora las redes son nuestro currículum y es allí donde tenemos que mostrar nuestra mejor versión.

¿Cómo pueden ayudar las redes sociales a mejorar la empleabilidad de una persona?

En el universo 2.0 podemos hacer muchas cosas, pero sólo funcionarán si se enfocan correctamente. Tenemos que partir de la base de que encontrar empleo con medios 2.0 no significa pasarse el día en las redes sociales. De hecho, esto es una pérdida de tiempo. Significa cambiar el chip. No podemos usar las redes sociales como una versión 2.0 del currículum tradicional, sino que debemos aprovechar al máximo los aspectos que realmente las convierten en potentes herramientas para encontrar empleo. El cambio diferencial que se produce en el mundo 2.0 es que ya no buscamos al cliente o al empleador, sino que son ellos los que nos encuentran a nosotros, y para que eso ocurra debemos desarrollar la estrategia correcta.

Debemos tener en cuenta que el porcentaje de ofertas de trabajo que se hacen públicas es sólo del 25 por ciento. Eso significa que tener una buena red de contactos es imprescindible para acceder al 75 por ciento de las ofertas ocultas. Las redes sociales nos brindan la posibilidad de hacer lo que ahora se llama networking, que no es más que tener los contactos de toda la vida sólo que ahora de forma virtual. Pero los contactos no caen del cielo. No vale con abrirse una cuenta en una red social y esperar el milagro. Los contactos hay que trabajarlos compartiendo contenido de interés, interactuando, participando en conversaciones, intercambiando información, etc. Las redes sociales son una fuente de oportunidades, pero hay que trabajarlas.

Hoy hacemos casi de todo a través del Whatsapp. ¿También nos vale para buscar un empleo?

Claro. En España el 60 por ciento de los trabajos se consiguen a través de conocidos y Whatsapp es la red más personal de todas las que usamos porque la mayoría de nuestros contactos son conocidos. Si una persona está desempleada, lo primero que puede hacer es comunicar a sus contactos de Whatsapp que está buscando empleo. Además, Whatsapp elimina las barreras y distancias entre las empresas y los trabajadores. Con sólo utilizar un número de teléfono, la persona puede mostrar cualidades importantes para obtener un empleo, en especial todo lo referente al trato hacia los demás. Ahora bien, si estamos buscando empleo debemos configurar nuestro Whatsapp de un modo correcto. En la foto de perfil debe aparecer la persona en un entorno que no sea excesivamente informal o festivo ni irrespetuoso. Los estados hay que cuidarlos al máximo, evitando hacer alusión a ideologías políticas, religiosas o cualquier otro tipo de opinión radial u ofensiva. Y también debemos emplear un tono adecuado en el caso de mantener una conversación con el posible empleador. Aunque se trate de Whatsapp, hay que mantener la corrección.

¿En qué medida pueden las redes sociales perjudicar o ayudar a un joven en sus expectativas profesionales?

En primer lugar, las redes sociales sirven para validar lo que una persona ha manifestado en un proceso de selección. Los jóvenes tienen que ser especialmente cuidadosos porque si se definen como responsables y ordenados, por ejemplo, y luego aparecen en fotos mostrando un entorno descuidado, se produce una contradicción entre lo que se dice y lo que se ve, y la imagen termina prevaleciendo sobre las palabras. Comentarios xenófobos, machistas, homófobos, o simplemente desafortunados también pueden jugar en contra de la persona. Y al contrario. Si un joven demuestra que sabe discrepar con respeto, argumentando y expresándose con corrección, sin duda estará mostrando madurez y que sabe comportarse.

¿Qué red social es la idónea para encontrar un empleo?

No hay una red social mejor que otra, y tampoco hay que estar en todas las redes sociales. LinkedIn es la mayor red profesional en España, pero hay perfiles y sectores que no tienen cabida en ella. Para elegir una red hay que tener en cuenta dos factores: que en esa red se encuentre el público al que nos queramos dirigir y que nos sintamos cómodos en ella. Una persona adulta no puede ir a TikTok y que la llamen boomer. Tenemos que conocer las claves de cada red y adaptarnos a ella. Instagram es fantástica para mostrar lo que sabemos hacer (cocinar, bailar, jardinería, moda….); para las personas que deseen aplicar sus conocimientos a través de videotutoriales, Youtube es su lugar; y así todo. Insisto, debemos buscar donde esté nuestro público y plantarnos en esa red social. Pero cuidado, las redes no cuestan dinero; sin embargo consumen mucho tiempo, y eso también tiene un coste.

¿Puede la brecha digital excluir a determinados colectivos del mercado laboral?

La construcción de marcas personales (branding) y la visibilidad en redes sociales son perfectamente desarrollables para cualquier perfil profesional y aplicables a cualquier persona. Ya hoy todo el mundo tiene un teléfono móvil y puede hacerse visible para que lo encuentren. Es necesario que estas personas conozcan las posibilidades de empleabilidad a través de los medios sociales y cómo pueden ponerlos a su servicio y no en su contra.

¿Qué recomendaciones darías a una persona que está buscando empleo con respecto al uso de las redes sociales?

Si estamos buscando empleo, ya no van a pedir referencias nuestras antes de contratarnos; ahora van a buscarnos en las redes sociales para ver cómo somos, quienes son nuestras amistades, valores, aficiones, ideología, etc. Debemos ser conscientes de esta realidad y cuidar nuestra huella digital con fotos, textos y comentarios que sean apropiados y políticamente correctos. Además, debemos cumplir las tres reglas de oro de las redes sociales: crear un perfil, compartir contenido e interactuar. Tenemos que crear un perfil que sea atractivo y que transmita una imagen profesional; alimentarlas con contenido de valor que nos ayude a posicionar nuestra marca personal e interactuar con otros usuarios para construir una comunidad con la que relacionarnos. Es muy importante que en internet exista información sobre la persona porque la ausencia de huella digital también es negativa.