Durante el último trimestre del año, la Fundación Alalá se ha convertido en referente en la Fundación Cajasol. Los beneficios de ‘Así Canta Nuestra Tierra en Navidad’ se han destinado íntegramente a esta organización, y además ha sido condecorada por uno de los premios AFA de este año. Gracias a uno de sus alumnos, Manuel Rubio, conocemos mejor el trabajo que realiza Alalá con los que más lo necesitan.
Uno de los proyectos solidarios más importantes, y en los que aporta su granito de arena la Fundación Cajasol es con la Fundación Alalá. Una organización apoyada por muchas personalidades, que tiene sede en Sevilla y en Jerez, y que trabaja para y por la integración social a través de la educación de niños y jóvenes en riesgo de exclusión social. Todo ello a través de la cultura, el arte y el deporte. Pero si es conocida sobre todo es por el trabajo que realiza mediante la enseñanza del flamenco. En la capital andaluza, tiene un foco principal, las Tres Mil Viviendas. Barrio del que han salido grandes artistas flamencos que han contado con la ayuda de esta organización.
Uno de estos casos es el de Manuel Rubio. Joven de 21 años que lleva formándose desde hace cinco años en la institución para tocar la guitarra de la mejor forma posible. Es un fiel reflejo de la ilusión que demuestra un chico que conoció hace unas semanas que formaría parte del elenco de ‘Así Canta Nuestra Tierra en Navidad’, el espectáculo culmen que este año cuenta con María del Monte y un sinfín de artistas participando, y que su recaudación irá destinada a Alalá. Para Manuel, que pueda formar parte del elenco de artistas que se subirá al escenario del Teatro Maestranza es “una oportunidad bastante grande”, ya no sólo por el lugar sino por la posibilidad de compartir escenario con grandes cantantes y artistas flamencos.
“Recibimos la noticia un día de clases normales, en la que yo estaba acompañando al cante. Vino Blanca Parejo (directora) junto a Mercedes Frechilla (coordinadora) y nos comunicó que teníamos una fecha importante. Luego pasaron unos días, y ya se presentaron en clase con María del Monte y nos dieron una gran sorpresa”, narraba.
Para conocer mejor la historia de Manuel, nos responde sobre qué es lo que normalmente hace en la Fundación Alalá. Él nos cuenta que además de estar acompañando al cante con su guitarra en las clases, tanto de niños pequeños como en otra de mayores, también ayuda en las sesiones en las que participan las niñas en baile.
Sus comienzos fueron con el que siente que es su maestro, Emilio Fernández de los Santos, al que todos conocen como Emilio ‘Caracafé’. Un referente en el barrio, al ser de las Tres Mil Viviendas, y que siempre ha estado concienciado con la gente más cercana que lo rodea a través de la formación. “Me gustaba mucho la guitarra pero no avanzaba en mi casa solo. Me enteré que estaba la Fundación y podía entrar gratuitamente. Emilio ha sido uno de mis referentes siempre, siendo el que más me ha ayudado, y estudiando día a día he llegado dónde estoy”, afirma el joven guitarrista.
Emilio no es el único artista que colabora con la Fundación Alalá. En lo que se refiere al flamenco hay tres pilares más que le acompañan, siendo rodeados de alumnos más mayores que ayudan a los más pequeños. Así pues, en baile flamenco se encuentra Mª José Suárez ‘Toromba’, en percusión, Miguel Ángel Magüesin “Dr. Keli”, y en canto, Laura Marchena.
Sobre su formación más personal, Manuel nos cuenta que el flamenco le ha enseñado la constancia y el aprendizaje continuo, ya que para él “es una de las músicas dónde nunca se deja de aprender”, y en la que todos los días se aprende “sepas más o sepas menos”, ya que cuando se unen artistas de diferentes edades el conocimiento aumenta.
Mientras que en las experiencias personales que le ha aportado la Fundación Alalá, el joven guitarrista destaca que ha podido aprender a saber comportarse en muchos sitios, respetando siempre a sus compañeros, que es además lo que más prefiere hacer en su día a día. “Lo que más me gusta es el tiempo que paso con mis compañeros, ya que pasamos buenos ratos con lo que más nos gusta, el flamenco”, asegura.
Sobre el futuro más cercano, Manuel nos narra que, además de participar en el Concierto ‘Así Canta Nuestra Tierra en Navidad’, lo hará en otros como en Málaga dónde la Fundación presentará el proyecto ‘El Árbol del Flamenco’, o en una de las zambombas de Jerez que se celebrarán en el Teatro Villamarta. También nos narra que la oportunidad de estudiar en Alalá ha hecho que pueda estar becado en la Fundación Cristina Heeren, una de las escuelas de flamenco más importantes de Sevilla. “Tengo la suerte de estar becado en la Fundación Cristina Heeren, dónde sigo formándome desde hace cuatro años en mi formación con la guitarra. Ahora también trabajo de auxiliar en la Fundación Alalá en las clases de cante”, explicaba.
El caso de Manuel Rubio es uno de las decenas de jóvenes con mayor dificultad en salir adelante que se forman en una institución que es ejemplo, y también reflejo, de lo beneficioso que puede ser apoyar la formación a través de la cultura.
Natalia Palomino
Revista Fundación. Nuestra razón de ser. Nº15