El círculo cultural Averroes de la Asociación de Informadores Sanitarios ha entregado sus premios en el Teatro Góngora. Con ellos se distinguen a personas y entidades destacadas en cinco ámbitos distintos y en los que la Fundación Cajasol viene colaborando desde hace años.
El de la modalidad de Ciencias Médicas lo recibió el doctor Miguel Ángel Caracuel Ruiz, un profesional que ejerce médico adjunto del Servicio de Reumatología del hospital Reina Sofía de Córdoba. Además, en el hospital la Arruzafa forma parte de la Unidad de Inmunología Ocular, Uveítis y Alergia. El Círculo Cultural Averroes quiere reconocer su aportación a la medicina y su compromiso con la innovación y en la investigación en distintos ámbitos en su trabajo.
El premio de Letras ha recaído en la escritora Soledad Puértolas por una obra amplia y dilatada a lo largo del tiempo. Icluye ensayos como ‘La vida oculta’ y sobre todo una larga obra narrativa en que se mezclan los cuentos y las novelas, entre ellas ‘Si al atardecer llega el mensajero’, ‘Historia de un abrigo’ o la premiada ‘El bandido doblemente armado’.
Un cordobés ha recibido el premio Averroes de las Artes: el escultor José Manuel Belmonte Cortés, uno de los más destacados en España en los últimos años en obra figurativa. Su obra ha formado parte de muchas exposiciones temáticas, como la llamada ‘Pájaros’, que reflexionaba sobre el aire. Para los cordobeses es conocido por obras en la calle, como las dedicadas a los Patios o el monumento a Juan de Mesa.
El premio de Valores Humanos recayó en Cruz Roja Española, por la larga trayectoria de atención a personas vulnerables y en distintos grados de necesidad. En Córdoba la entidad se distingue por su ayuda a las familias, sus programas de inserción social y su compromiso con las personas que están en situación sin hogar, especialmente en situaciones de frío.
El premio de Deportes lo recibió Alfonso Cabello (1993), un deportista al que nacer sin el antebrazo izquierdo no impidió una exitosa carrera como ciclista en pista. Se ha coronado con cinco medallas olímipicas, tres de ellas de oro, en los Juegos de Londres, Rio de Janeiro y Tokio, con lo que se alza como un ejemplo de superación personal.