La sede de la Fundación Cajasol en Córdoba ha acogido hoy una mesa redonda dedicada al ictus, organizada por el Hospital Universitario Reina Sofía. Este encuentro forma parte del ciclo de jornadas divulgativas que se celebran con periodicidad cuatrimestral en la fundación y que están centradas en el abordaje de patologías de alto impacto e incidencia en la población. La de hoy es la primera reunión del año, a la que seguirán otras dos, programadas para primavera y otoño de 2025.
La mesa redonda de esta tarde ha estado moderada por la neuróloga María José Álvarez, de la Unidad de Ictus del Hospital Reina Sofía, y se estructurará en tres bloques para poder explicar los distintos eslabones de la cadena asistencial del ictus. «El objetivo es que los y las profesionales de los diferentes niveles asistenciales implicados en la atención integral de esta patología puedan compartir sus conocimientos y experiencias», explica la doctora Álvarez.
La incidencia del ictus ha crecido significativamente en las últimas décadas, debido en gran medida al aumento de la hipertensión, la diabetes, la dislipemia, la obesidad y el sedentarismo, así como al incremento de la esperanza de vida. Actualmente, el ictus es la segunda causa de mortalidad en España y la primera entre las mujeres, afectando cada año a entre 120.000 y 130.000 personas. En el Hospital Reina Sofía, se atiende a más de 1.200 pacientes con ictus anualmente.
La doctora Álvarez subraya la importancia de reconocer los síntomas para poder actuar rápidamente: «cefalea intensa, dificultades en el habla, pérdida brusca de visión, desviación de la comisura bucal y pérdida de fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo. Ante estos signos de alarma, es fundamental llamar al 061 para activar el código ictus cuanto antes».
El encuentro se ha dividido en tres bloques temáticos: fase aguda, cuidados y procedimientos y rehabilitación y prevención segundaria. En el primero se abordó la definición y tipos de ictus, los principales factores de riesgo modificables y no modificables, la detección de los signos de alarma, la importancia del tiempo en el tratamiento y el proceso de traslado al hospital. En este primer apartado participaron los neurólogos de la Unidad de Ictus Roberto Valverde y Rafael Ruiz, junto con Francisco Aranda, coordinador asistencial del Centro de Emergencias Sanitarias 061 Córdoba.
En la segunda parte de la mesa se analizó el papel de la enfermería y del equipo de Neurorradiología en el tratamiento del ictus, incluyendo cuidados, pruebas diagnósticas e intervencionistas y pronóstico a largo plazo. Intervinieron Antonio Guerrero, enfermero de la Unidad de Ictus, y Fernando Delgado, responsable de Neurorradiología Vascular del hospital.
En el último bloque se discutió la importancia de la recuperación, los recursos de rehabilitación (logopedia, fisioterapia y terapia ocupacional), la derivación a Atención Primaria y la vigilancia de factores de riesgo. En esta parte contamos con Jesús González, neurorrehabilitador del hospital, y Carmen Porcuna, directora del Centro de Salud Santa Victoria, del Distrito Sanitario Córdoba Guadalquivir.
La prevención del ictus pasa por el control de factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, la diabetes y el colesterol, además de evitar hábitos nocivos como el tabaquismo y el consumo de alcohol y otras drogas. También es esencial seguir una dieta equilibrada, reducir la ingesta de grasas y sal, realizar actividad física regularmente y evitar el sedentarismo. En pacientes con patologías cardíacas, un control riguroso es clave, ya que más de un tercio de los ictus tienen origen en enfermedades del corazón.