La sede de la Fundación Cajasol en Cádiz ha acogido este lunes 1 de julio el acto de entrega de los IV Premios de Narrativa Escolar José María Pemán. Jacob González Isa, alumno del instituto de Secundaria San Pablo de Sevilla, es el ganador final después del fallo que hizo público el pasado 24 de mayo el jurado compuesto por la presidenta editora de ABC, Catalina Luca de Tena; la escritora Carmén Posadas; el exdiplomático Inocencio Arias; el articulista de ABC Ignacio Camacho y el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, que actuó como presidente. El trabajo, titulado ‘Donde muere la arena’, obtiene un premio de 600 euros y un lote de libros.
El segundo puesto, dotado con 300 euros y otro lote de libros, es para Pilar Amaya Ortega, del colegio San Felipe Neri de Cádiz, por su texto ‘Se vende el sur‘. En tercer lugar, el jurado reconoce el trabajo de Beatriz Escamilla Méndez, del colegio Las Tablas de Valverde de Madrid, por su obra ‘Vendos mis recuerdos’, por la que recibirá 200 euros y un lote de libros. Los tres textos respondían al tema tratado por el intelectual español en el artículo ‘Se vende el sur’, publicada el 11 de agosto de 1966. En el artículo, Pemán utiliza una ironía para criticar el proceso de de enajenación de paraísos naturales andaluces que arrancaba en plena era del desarrollismo ¡Enhorabuena a todos!
«Estoy seguro de que Pemán, por encima de todo un amante de las buenas letras, estaría profundamente orgulloso de que año tras año, un creciente número de jóvenes se lance a la aventura de escribir, posiblemente uno de los retos creativos más hermosos y estimulantes que pueda encontrar una persona, sea joven o no», apunta Antonio Pulido, que alabó el nivel de los participantes en el certamen. «Desde el primer año, el jurado ha quedado gratamente impresionado por la calidad de los escritos presentados a concurso, lo cual dice mucho, más allá de que todo en la vida es mejorable, de la preparación, sensibilidad y compromiso de los jóvenes españoles del siglo XXI». El presidente de la Fundación Cajasol reflexionó sobre las nuevas fórmulas de comunicación y reconoció que «es reconfortante que sean capaces de superar esa especie de imposición que marcan los 140 caracteres o los mensajes de WhatsApp. Creo que es bueno que la gente joven explore formas de comunicarse donde la creatividad, la imaginación y el buen estilo literario ocupen un lugar preferente». Porque, en su opinión, «es una gran satisfacción promover el placer de leer y de escribir entre los más jóvenes, y lo ello conlleva: desarrollar desde temprana edad la capacidad analítica y la reflexión sobre la sociedad que os rodea y la del futuro».