La Fundación Cajasol ha inaugurado este jueves 4 de octubre la exposición ‘Murillo fotógrafo’, de la mano de María del Mar Díez, delegada de la Entidad en Cádiz y Laura León, comisaria y responsable de la muestra, junto a José Antonio de Lamadrid. La exposición puede visitarse hasta el 1 de noviembre, de lunes a sábados, de 11 a 14 horas, y de 17.30 a 20.30 horas en Plaza de San Antonio, 14. Se trata de un proyecto que se incluye en el marco de las actividades de la conmemoración del nacimiento de Murillo, como un tributo contemporáneo a su maestría. “Queremos reivindicar y redescubrir a uno de nuestros artistas más universales, a la vez que seguimos contribuyendo a poner la cultura y el arte más cerca de los ciudadanos”, apuntó Mar Díez.
Laura León y José Antonio de Lamadrid son los responsables de este proyecto, dos fotógrafos sevillanos que reconocen en el pintor un maestro en el tratamiento del color y la luz, así como un narrador fundamental de la sociedad del siglo XVII. Con esta exposición, ambos se han propuesto dar respuesta a una pregunta: ¿qué personajes seleccionaría Murillo para sus cuadros? ¿qué pasaría si su estilo permaneciese intacto pero no la sociedad? Mediante el lenguaje fotográfico, se pretende recrear sus cuadros previamente seleccionados, respetando el contexto, la luz y color.
Ambos nos proponen redescubrir la obra de Murillo con la perspectiva y las técnicas del siglo XXI. Como si fuera la mirada del pintor barroco la que estuviese detrás del objetivo, a través de las 12 piezas que se exponen en esta muestra, se retratan algunos de los grandes temas de nuestra realidad actual. La fotografía toma el relevo del lienzo, cuatro siglos después, como vehículo para denunciar las injusticias, las desigualdades y la marginación. De esta forma, la María Magdalena de Murillo se convierte en el retrato real de una mujer víctima de la violencia machista. Y el cuadro de la Vieja con gallina nos recuerda en su nueva versión contemporánea una de las epidemias silenciosas de nuestro tiempo, como es la depresión.
Los personajes, lo más afines posible a los originales representarán una realidad social de nuestro tiempo, como la emigración, las nuevas generaciones, la fugacidad de la juventud, la maternidad, la importancia de los abuelos en la actualidad, el empobrecimiento, la tradición cultural, el maltrato a la mujer, el empoderamiento de la mujer y la generación 2.0. Además, junto a estos temas, están el drama de los desahucios, los desafíos de las nuevas generaciones, la inmigración, la homofobia o el empoderamiento de la mujer. Esta exposición nos plantea de alguna manera un encuentro entre dos mundos, entre dos épocas históricas diferentes, entre dos técnicas artísticas distintas, pero con un hilo conductor que es la mirada sensible y siempre tan humana de Murillo.