La Fundación Cajasol ha acogido una mesa de debate sobre “La importancia del marketing de influencia en la comunicación de las empresas”, organizada por el Grupo Joly en colaboración con la Fundación Cajasol.
La actividad de los influencers se ha convertido, en los últimos años, en una parte fundamental de los planes de comunicación de muchas empresas, de su estrategia y números. El llamado ‘marketing de influencia’ se considera en muchas ocasiones esencial para la imagen de marca de numerosos negocios, pequeños, medianos y grandes.
Por este motivo, la Fundación Cajasol y el Grupo Joly han abierto esta nueva mesa de debate para analizar en qué medida este marketing de influencia es efectivo para las empresas.
El debate ha estado moderado por Magdalena Trillo, asesora de transformación digital de Grupo Joly y en él han participado Fer Claro, manager en Claro Couture y consultor e-commerce; Rocío Peralta, diseñadora de moda y fundadora de Rocío Peralta; Juan Foronda, gerente de Mantones Foronda; María Valdés @marvaldel, influencer y Karen Bonmatí, influencer y empresaria.
Juan Foronda, gerente de Mantones Foronda, ha reconocido que “nosotros hacemos marketing de influencers con bastante frecuencia.Es cierto que somos una comunidad pequeña en redes, contamos con 35.000 seguidores, pero a nosotros nos ha ido muy bien. Las pymes tenemos el problema del dinero y es lo que provoca que la gestión del e-commerce la llevemos muy mal. Fue en la pandemia cuando fuimos conscientes de que teníamos que ponernos al día y contratamos una agencia. Ahora podemos medir incluso los resultados a nivel de ventas”.
La conocida diseñadora de moda flamenca, Rocío Peralta, habló sobre cómo la moda flamenca debe reinventarse en estos tiempos “la industria de la moda flamenca muchas veces se siente afectada por los distintos cambios del mercado. Por mi parte, la etapa de reinventarse cada temporada es la más creativa y con la que más disfruto. Por este motivo, ha argumentado “el hecho de que haya personas que influyan en otras personas es muy importante a la hora de posicionamiento de marca. Es un tema que a mí personalmente nunca me ha obsesionado, jamás he tenido que llamar a una influencer porque siempre han venido».
Por su parte, María Valdés, una de las influencers de con mayor repercusión en redes, y que cuenta ya con 600.000 seguidores, ha confesado que “lo que más le gusta a mis seguidores es mi naturalidad, me hago las fotos realmente como voy y creo que eso es lo que más gusta de mi perfil. Son looks muy básicos que al final a la gente le engancha porque le da ideas para el día a día. Este es el éxito de mi perfil. Nosotras como influencers le debemos bastante al marketing poque al final nos dedicamos a redes sociales gracias a él».
Claro Couture, a través de su manager y consultor e-commerce, Fer Claro ha explicado que “Llevamos más de una década dedicándonos al desarrollo de marcas digitales y somos es una firma 100 % sevillana que no deja de expandirse. Ser digitales ha dejado de ser una opción para ser una obligación. Yo cambiaría la palabra experto en marketing por “experimentado”, puesto que este campo es algo que cambia tanto que creo que considerarse experto es un error”.
Por último, La influencer, empresaria y creadora de contenido Karen Bonmatí, ha centrado su intervención sobre cómo las marcas beneficiarse de este tipo de profesionales, así como en la cultura del odio en Internet:
“Hay una parte importante de marcas nuevas o que no están en el mundo de la moda que no saben cómo funciona este marketing. Si te viene alguien que tiene influencia seguramente te genere más clientes en potencia. Las influencers también debemos tener cuidado al hablar, tenemos que pensar y tener delicadeza porque nunca sabemos quién puede estar detrás de la pantalla, pero tampoco sin entrar en los extremos, ni tener autocensura”.