La exposición ‘Gran Poder. Mesa te esculpió, Sevilla te hizo’, cerró sus puertas al público este domingo 8 de marzo después de recibir más de 70.000 visitas desde el pasado 31 de enero. Miles de personas acudieron a diario a la sede de la Fundación Cajasol para disfrutar de una muestra que por primera vez en la historia de la Fundación, y después de la reciente remodelación y ampliación del edificio, ocupó la práctica totalidad de su superficie.

Un total de seis espacios diferentes conformaron un itinerario especial con un marcado sentido pedagógico que permitió visualizar, con el apoyo de paneles cronológicos y explicativos, cómo desde 1620 hasta hoy la Hermandad, la Iglesia, los devotos y la ciudad, gracias a la ininterrumpida exposición de la imagen y su creciente culto, han ido conformando la imagen del Gran Poder que conocemos, desde la primera gran creación que construye el mundo que le es propio (el paso que le labró Ruíz Gijón entre 1688 y 1692, encargo hecho solo 48 años después de la entrega de la imagen del Señor a la Hermandad) hasta la última túnica bordada para Él, reconstrucción de una túnica del siglo XIX -1827- perdida.

El recorrido comenzaba por la Sala Murillo y continuaba en la sala Vanguardia, reuniendo las huellas de ese actuar del amor y la devoción en el tiempo a través de las instituciones (Amor obrando en el tiempo: Hermandad e Iglesia. Sala Murillo) y de la devoción popular (Corazón del pueblo, corazón de Dios: Devoción popular. Sala Vanguardia). El patio era la siguiente sala de este itinerario, dedicado a la cofradía bajo el lema “En sus andas de la Madrugada o Alto fanal de trágica galeota”. Por último, la sala Velázquez, bajo el lema ‘Vestido de esplendor y majestad’, presentó las túnicas del Señor que definen su imagen tal y como es conocida.

Durante el recorrido por la exposición se pudo disfrutar de calendarios, latas, estampas piadosas, rótulos o papeles de comercios, azulejos, carteles turísticos, de Semana Santa o de cine y teatro, portadas o primeras ediciones de novelas populares, páginas de prensa, exvotos, imágenes para puertas o salpicaderos de coches, fotos en comercios, relieves o esculturas en el cementerio, donaciones de toreros que fueron hermanos, etc. Además, a todo esto, se le sumó el propio paso, las túnicas, cíngulo, potencias, y numerosos elementos del ajuar en general.

La unión de historia, arte, cultura, devoción y tradición o costumbre han hecho que esta exposición ofrezca una visión transversal de la propia ciudad, dada la convergencia de distintos ámbitos, épocas y mentalidades en torno a la figura del popularmente llamado Señor de Sevilla, recibiendo una gran acogida por parte del público.

Además, junto a las exposición, durante todos estos días, se ha ofrecido en paralelo un completo conjunto de actividades con conferencias, proyección de películas, concierto, un mapping proyectado desde nuestra sede en la fachada trasera del Ayuntamiento, visitas guiadas… así como la edición de un hermoso catálogo que seguro que sirve de espléndido recordatorio de esta efeméride para aquellos que lo adquirieran en taquilla de la Fundación Cajasol en Sevilla (C/Álvarez Quintero).