La sede de la Fundación Cajasol en Sevilla ha acogido este viernes 20 de julio la jornada final de la propuesta inicial del I Plan Andaluz de Memoria Democrática 2018-2022 con Fernando López Gil, viceconsejero Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, un ‘Diálogo abierto sobre las Políticas de Memoria Democrática’, con Manuel Reyes Mate, Director del Departamento de Filosofía Práctica. CSIC; y Miguel Vázquez Liñán, del Grupo Interdisciplinario de Estudios en Comunicación, Política y Cambio Social (Compolíticas) de la Universidad de Sevilla, moderados por Mercedes de Pablos, del Centro de Estudios Andaluces; debate y cierre de la jornada.
El borrador de este plan ya fue presentado el pasado mes de junio en Málaga, establecido por la Ley andaluza de Memoria Histórica y Democrática, y que comparte con la norma los objetivos de garantizar la cooperación y coordinación de las administraciones públicas, entidades memorialistas y ciudadanía, el reconocimiento institucional de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista, o el fomento del conocimiento y difusión científica de los hechos y circunstancias, asegurando la preservación de los documentos y favoreciendo la investigación.
En este sentido, se encuentran una serie de líneas de actuación, entre las que destacan, la firma de convenios de colaboración entre administraciones; las ayudas a entidades memorialistas, ayuntamientos y universidades, y la promoción de la investigación y la difusión. Asimismo se trabajará en favor del reconocimiento público a las víctimas o el fomento de los espacios de duelo, con un tratamiento específico a la figura y papel de la mujer, con mecanismos conducentes a la visibilización y caracterización de la represión ejercida exclusivamente sobre las mujeres, como a partir de la promoción de líneas de investigación específicas sobre represión y género. Por otra parte, se llevará a cabo el fortalecimiento de las acciones en fosas, desde la investigación histórica previa y hasta la de identificación genética, una vez concluida la fase de exhumación y estudio antropológico. Para todo ello, este I Plan contiene también un análisis de la situación actual de las iniciativas en esta materia y un sistema de seguimiento y evaluación.