Se muestra un método sencillo para determinar si conviene contratar los productos combinados que ofrece el banco con la hipoteca o si es mejor buscarlos por mi cuenta.
Método paso a paso:
- Identificar los productos combinados ofrecidos: El banco debe proporcionar una lista detallada de los productos combinados y las bonificaciones asociadas a cada uno.
- Obtener presupuestos alternativos: Solicitar presupuestos para los mismos productos (seguros, planes de pensiones, etc.) a otras compañías.
- Calcular el coste total de cada opción: Sumar el coste total de los productos combinados durante la vida del préstamo, incluyendo las primas de los seguros, las comisiones de las tarjetas y cualquier otro gasto asociado.
- Comparar el coste total con la bonificación en el tipo de interés: Determinar si el ahorro en intereses compensa el coste de los productos combinados.
Conclusión:
Realizar este análisis nos permitirá tomar una decisión financiera informada y elegir la opción que mejor se adapte a nuestras necesidades y presupuesto.
La realidad se impone.
El mercado inmobiliario
El mercado inmobiliario actual está marcado por un desequilibrio entre la oferta y la demanda de viviendas, hay pocas disponibles para la venta o alquiler (baja oferta), mientras que muchas personas buscan un lugar para vivir (mucha demanda). Este fenómeno se debe a varios factores, como el aumento de la población en ciertas ciudades, el encarecimiento de los materiales de construcción y las dificultades a las que se enfrentan los constructores para iniciar nuevos proyectos.
Esta alta demanda y la escasa oferta provocan un aumento en los precios de las viviendas y los alquileres, lo que hace más difícil para muchas personas acceder a una vivienda adecuada.
El mercado financiero
Después de la crisis financiera de 2008, los bancos han puesto reglas más estrictas para evitar problemas económicos, los morosos hipotecarios les cuestan más a los bancos (tienen que dotar más fondos por ellos), por eso son reacios a conceder hipotecas y las exigencias de garantías son muchas.
No solo quieren clientes con garantías; también los quieren rentables, por eso incluyen la contratación de los productos asociados, más intereses y más comisiones.
Si a esto le añadimos la concentración bancaria, producida en toda Europa, con la consiguiente reducción de competencia, se observa que las condiciones que ofrecen todos los bancos para las hipotecas no suelen variar demasiado.
Así, se llega a la conclusión de que yo, demandante de financiación para comparar una casa, no estoy en las mejores condiciones para poder negociar y me veo obligado a asumir los paquetes de productos que me ofertan las entidades financieras con la hipoteca.
Y porque mi problema no es tanto con el banco, sino con la competencia de otros posibles compradores de las pocas ofertas inmobiliarias que hay. Además, últimamente con los alquileres tan altos y la reducción de los tipos de interés, parece que trae más cuenta endeudarse con una hipoteca, más compradores en el mercado.
De todas formas, se hace necesario dedicar un poco de tiempo para analizar la hipoteca y los productos que me ofrecen antes de decidirme a firmar todo el paquete.
Al contratar la hipoteca y los productos a largo plazo, pueden suceder muchos cambios en el mercado, en la normativa y en mis circunstancias personales. Es recomendable revisar los cálculos periódicamente, para valorar si merece la pena continuar con el producto o cambiar de proveedor.