¿Están seguros mis ahorros?
LA PROTECCIÓN DE MIS AHORROS EN UN BANCO
El 10 de marzo pasado se conocía la noticia de la bancarrota del Silicon Valley Bank (SVB) uno de los grandes bancos americanos. El SVB estaba especializado en la financiación de ‘start-ups’. Los depósitos de sus clientes los tenía invertidos en préstamos y, sobre todo, en deuda pública.
¿Qué provocó su bancarrota? ¿Podría ocurrirle a cualquier banco? Veamos…
Después de años de mucha liquidez y tipos de interés muy bajos, en 2022 empezó a subir la inflación. Para luchar contra ésta los bancos centrales elevaron los tipos de interés y endurecieron la política monetaria, había que retirar dinero del mercado y enfriar la economía. Así, las personas y empresas contaron con menos poder adquisitivo y tuvieron que echar mano de sus ahorros para satisfacer sus necesidades. Esto provocó que los clientes empezaron a retirar parte de sus depósitos, 16.000 millones de dólares en 2022. Por otra parte, al subir los tipos de interés cayó el valor de la deuda pública que se había emitido, pues los intereses que pagaba eran mucho menores y el valor de estas inversiones empezó a generar pérdidas. En 2023, los tipos de intereses han seguido subiendo, los clientes han seguido retirando depósitos y el banco ha tenido que liquidar deuda incurriendo en pérdidas,1.800 millones de dólares. Al conocerse las pérdidas, muchos clientes se han asustado y ha aumentado la retirada de fondos. El banco ha intentado una ampliación de capital (2.250 millones de dólares); pero nadie acudió a ella. El 9 de marzo, las acciones del banco perdían un 60% y el 10 de marzo, otro tanto. Inmediatamente, las autoridades bancarias intervinieron el banco.
Fueron circunstancias externas y estructura interna de inversiones las que provocaron esta bancarrota. No tiene por qué darse en otros bancos.
El negocio bancario se basa en la confianza de los clientes en que sus ahorros, depositados en las entidades financieras, estarán disponible cuando los necesiten. Por otra parte, los bancos, mientras sus clientes no les reclamen el dinero depositado, se dedicarán a colocarlo en préstamos o inversiones que les produzca rentabilidad. Si los clientes pierden la confianza en el banco, acudirán inmediatamente a retirar sus ahorros y contagiarán su temor a más clientes, no solo de su banco, sino de otros. Si los bancos no disponen de ese dinero porque los tiene inmovilizado en inversiones (falta de liquidez), el miedo se convierte en pánico contagioso que provocaría la quiebra de la mayoría de los bancos, los depositantes perderían sus ahorros y comenzaría una crisis económica devastadora.
Pero esto no debería ocurrir. Las entidades financieras, sobre todo las europeas, están sometidas a supervisión constante y sus ratios de solvencia y liquidez se controlan periódicamente.
En el caso del Silicon Valley Bank, las autoridades gubernamentales y monetarias de Estados Unidos intervinieron con rapidez. Las autoridades de la Unión Europea y demás países desarrollados se han apresurado también a enviar mensajes de tranquilidad y calma: todos los depositarios bancarios tienen garantizados sus depósitos.
En España los ahorradores estamos protegidos con un triple escudo
Los ahorros en el sistema bancario español cuentan con varias capas de protección o escudos. En primer lugar, al quebrar un banco, éste no se liquida como cualquier otra empresa, sino que se le aplican mecanismos específicos que gestionan la Unión Europea o el FROB (Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria) en función del tamaño de la entidad. Primer Escudo.
Si a pesar del primer escudo los depósitos entran en riesgo, se activa el Segundo Escudo, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), cuyo objetivo consiste en «garantizar los depósitos en dinero y en valores u otros instrumentos financieros constituidos en las entidades de crédito, con el límite de 100.000 euros por cliente titular de depósitos en dinero o, en el caso de depósitos nominados en otra divisa, su equivalente aplicando los tipos de cambio correspondientes”.
El Tercer Escudo remite a los tribunales de Primera Instancia para aclarar quién asume las pérdidas cuando el dinero ha sido invertido en productos como las preferentes o los bonos convertibles.
Sobre el Primer Escudo: Mecanismo Europeo de Resolución.
Fue creado por las instituciones europeas en 2014, tras la crisis financiera, para gestionar lo que se ha dado en llamar «resolución» de entidades financieras inviables, algo que ejecuta una autoridad comunitaria, la Junta Única de Resolución, o el FROB en función del tamaño del banco.
La «resolución» consiste en liquidar o reflotar un banco, de tal forma que no afecte ni a su actividad, ni a depósitos e inversiones.
Hay cuatro formas de llevarlo a cabo:
– La venta del banco a otra entidad,
– La activación de otra entidad que se hace cargo del negocio de manera transitoria;
– La segregación, que permite trocear y desgajar activos y pasivos del banco para vendérselos a otros,
– La recapitalización interna.
El próximo Lunes financiero hablaremos del Fondo de Garantía de Depósitos.