Vivir tranquilo con un FONDO DE EMERGENCIA
Los ingresos mensuales son relativamente estables, pero los gastos varían. Unos meses se gasta menos y al final hay un pequeño superávit. Otros meses los gastos son mayores que los ingresos y se recurre al superávit de meses anteriores para pagarlos. Así se va tirando mes a mes; pero sin llegar nunca a controlar la situación. Los problemas surgen cuando hay varios meses seguidos en los que los gastos superan a los ingresos o inesperadamente nos llega una emergencia. Entonces se agotan los ahorros y no hay más remedio que pedir dinero prestado para atender los pagos.
Si tengo un Presupuesto con superávit o AHORRO, debo mantenerlo en el tiempo. Debe convertirse en uno de mis objetivos prioritarios en mi vida. Es un indicador de que vivo dentro de mis posibilidades y de que gestiono correctamente mi dinero.
Con ese ahorro puedo conseguir los recursos necesarios para alcanzar metas personales o familiares a medio y largo plazo: comprar una casa, irnos de vacaciones, los estudios de los hijos… También puedo ahorrar para contar con un Fondo de Emergencia con el que hacer frente a gastos inesperados, como una multa o una avería urgente en el hogar, sin que me suponga un trastorno económico.
Por ello te aconsejamos: Convierte el Ahorro en el primer gasto del mes.
En cuanto recibo el ingreso mensual, aparto el dinero a ahorrar en una cuenta donde no pueda tocarlo.
– Fórmula errónea: Ahorro = Ingresos – Gastos
– Fórmula correcta: Ingresos – Ahorro = Gasto