Minimalismo financiero: Conseguir mis objetivos financieros con menos

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Hoy, en los Lunes Financieros, minimalismo financiero o cómo conseguir mis objetivos financieros con menos, muy propio para sobrellevar la “cuesta de enero”.

Minimalismo financiero o cómo conseguir mis objetivos financieros con menos, muy propio para sobrellevar la “cuesta de enero”.

Dice el dicho popular que “No es más rico el que más tiene; sino el que menos necesita”; y yo me puedo plantar: ¿qué es lo que necesito?, o ¿realmente debería preguntarme qué es lo que no tengo? Lo que me “obligan” a comprar inmediatamente.

Poco a poco me he creado un estilo de vida en el que la posesión de cosas, y por ende su acumulación, es lo principal. Vivo inmerso en el consumismo, constantemente me bombardean con la idea de adquirir cosas. Esto se agrava con el miedo a la crítica y al qué dirán si no poseo lo que me proponen. Además, para conseguirlo, todo son facilidades y, si hace falta, comprando con dinero que no tengo gracias al crédito de la tarjeta, como ya se ha dicho anteriormente, gastando mis ingresos futuros.

Este estilo de vida me está produciendo ansiedad y angustia por no contar con recursos monetarios suficientes para conseguir todo lo que me presentan y esto está afectando a mi salud mental y, también, mi salud física.

¿Habría otra forma de vivir sin sentirme mal o ansioso por no conseguir todo lo que me proponen?

Existe un estilo de vida llamado minimalismo, que tiende a reducir todo a lo esencial, a despojarse de elementos superfluos, consiguiendo los objetivos vitales, con menos. Ser más felices con menos cosas, estar más tranquilo consumiendo menos y teniendo menos bienes, es decir, deshacerme de todo aquello que no me proporciona ningún valor.

La RAE define el minimalismo como una “tendencia estética e intelectual que busca la expresión de lo esencial eliminando lo superfluo”.

Tal vez me sea difícil cambiar de vida de la noche a la mañana; pero puedo empezar con aplicar algunos principios minimalistas a mis finanzas. El minimalismo y las finanzas pueden combinar muy bien.

No se trata de tener menos cosas; sino que las que tengo resuelvan mis necesidades y, por tanto, aporten valor a mi vida. Puedo revisar mis posesiones y ver lo que realmente no necesito, cosas que lleve tiempo sin utilizar (esto ocurre mucho con lo que tenemos acumulado en los armarios) y valorar económicamente todas esas cosas. Así sería más consciente de todo este planteamiento: si hubiera guardado todo ese dinero, ahora mi situación podría ser diferente. Me haría ver lo que debería hacer con mi dinero: utilizarlo en satisfacer mis necesidades reales y no emplearlo en cosas superfluas que no me aportan valor.

Esto es lo que me puede dar la perspectiva para que mis próximas compras sean más meditadas: ¿realmente necesito comprar esto ahora? ¿me aporta tenerlo? debo buscar el propósito de esa compra. Si llego a la conclusión de que no lo tiene, ni gasto dinero ni saco la tarjeta. Esto sería una aplicación práctica del pensamiento minimalista en mis finanzas.

En las próximas entregas de Los Lunes Financiero apuntaremos algunas ideas extraídas de la filosofía de vida minimalista para aplicar a las finanzas personales.

Prueba a ponerlas en práctica.