Nuestro cerebro siempre prefiere la situación que controla actualmente a situaciones de cambios que le produce incertidumbre. Esta última la verá siempre como una pérdida y, aunque la situación actual no sea la ideal, se resistirá al cambio.
Este riesgo se manifiesta cuando tenemos que preparar temas financieros para el futuro que nos obligan a cambiar la situación presente, por ejemplo, pensar en la jubilación o en los estudios de los hijos que requieren empezar a reservar dinero para ello.
Además, a esta resistencia al cambio, se une que nuestra mente es demasiado optimista con los temas del futuro y nos lleva a infravalorar las consecuencias de nuestros actos presentes. Así, pensaremos que cuando nos jubilemos no necesitaremos tanto dinero para vivir e ignoraremos las informaciones actuales sobre la reforma a la baja de las pensiones.
¿Cómo luchar contra el Statu Quo?
Pasa por hacer un listado de las consecuencias a favor y en contra de una decisión que nos producirá un cambio. Es imprescindible acompañarla de números, de euros que nos costará y que ganaremos con la decisión y lo comparamos con lo que nos cuesta y ganamos con la situación actual.