Riesgo y carteras de inversiones | Inversión, lo básico a saber (II)

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Riesgo en la inversión | Los Lunes Financieros

Dicen los que aconsejan invertir que andar en el mundo de la inversión equivale a conocer mi perfil de riesgo, trazar una estrategia a largo plazo y elegir el mejor producto para mi objetivo financiero; pero creo que antes de todo esto debo formarme e informarme.

Se aborda a continuación lo que más me puede preocupar: El Riesgo. Riesgo a perder parte de mis ahorros en una inversión. Lo que CE/OCDE-INFE me propone:

Tipos de riesgos inherentes a las inversiones

Riesgo de mercado

Ya se vio cuando se habló de la volatilidad de un activo. El valor de los títulos que cotizan en mercados se ven influido por diversas variables, como informaciones económicas, políticas, sociales … o simplemente rumores que influyen en la oferta o demanda de los títulos. Los preocupantes son los que tienen connotaciones negativas.

Si hay gran número de inversores que tratan de vender títulos de una empresa cuyo sector económico ha entrado en crisis, según las últimas noticias, provocará que aumente la oferta, sin que haya inversores que lo demanden y por tanto el valor de esos títulos caiga. Si yo tengo títulos de esa empresa cuando quiera venderlos seguramente no conseguiré el valor que pagué por ellos.

Riesgo de crédito

Cuando la entidad que emite los títulos no hace frente a sus obligaciones, bien del pago de los intereses, del pago del principal o de ambos.

Riesgo de liquidez

También se trató en la anterior entrega, la liquidez. Recuperar rápidamente mi dinero invertido porque exista otro inversor dispuesto a comprarme esos títulos. Puedo encontrarme restricciones a la hora de vender y entrar en negociaciones que puede influir en el precio de venta a la baja.

Riesgo de divisa

Cuando se invierte en activos emitidos en otras divisas, en moneda diferente al euro, la evolución de la inversión estará influida por las fluctuaciones en los tipos de cambio.

Riesgo país

El riesgo de no recuperar lo invertido en países emergentes deriva de la posibilidad de enfrentarse a las consecuencias de gobiernos inestables, economías muy concentradas en ciertas actividades y, en general, mayor incertidumbre política, social y económica.

¿Es consciente de los riesgos adicionales de tomar decisiones de inversión sin conocimiento de causa?

Ya se me ha dicho en más de una ocasión en Los Lunes Financieros: si no entiendo lo que me están contando, lo que voy a hacer… no entro, no lo hago, no invierto. Porque en estos casos el riesgo se incrementa exponencialmente. Antes de invertir he de conocer a fondo dónde me voy a meter, las cargas fiscales, las comisiones que conlleva y el riesgo de pérdida que puedo tener.

Hay una regla no escrita en el mundo de la inversión: «Invierte sólo en lo que conozcas». Si no lo puedo explicar, es que no lo entiendo y por tanto ese producto financiero no es para mí.

¿Comprende el concepto de tolerancia al riesgo?

Llevado al extremo quiere decir: ¿cuánto soy capaz de aguantar en una situación en la que está en peligro mi dinero?  Este riesgo es la posibilidad de perder parte o la totalidad del dinero invertido. Existen 3 tipos de perfiles de riesgo, de menor a mayor asunción de riesgo: conservador, moderado y arriesgado.

Generalmente el riesgo de una inversión está ligada a la rentabilidad que se va a obtener de ella: ¿estoy dispuestos a asumir mayores riesgos para obtener mayores ganancias o prefiero menos ganancias; pero tener más seguridad en recuperar mi dinero invertido?

Es importantísimo, antes de hacer cualquier inversión, de conocer cual es mi perfil de inversor, que incluye mi tolerancia al riesgo. Cualquier entidad financiera o profesional al que le solicite realizar una inversión, lo primero que hará es pasarme un test para averiguar mi perfil de inversor, con el que determinará mis conocimientos en inversiones y mi tolerancia al riesgo.

Después la entidad financiera o el profesional me puede proponer inversiones y aprobar o desaconsejar cualquiera que le solicite.

¿Sabe qué es una Cartera de Inversiones y por qué debe estar diversificada?

Las inversiones son activos o productos financieros que adquiero para generar ingresos nuevos o por la apreciación de estos. Hay inversiones para cada perfil, es decir, con más o menos riesgo. Cada una de ellas ofrece una rentabilidad en un periodo de tiempo determinado.

En este punto vamos a considerar los tipos de inversión básicas.

Como vimos en la primera entrega, podemos invertir en títulos de empresas que representan una deuda, con pagos de intereses y vencimientos en una fecha fija, a los que se denomina Renta Fija.

También podemos invertir en acciones emitidas por una empresa, cuya rentabilidad (dividendos) depende de que la empresa obtenga beneficios. Las acciones no tienen fecha de vencimiento y estas se denominan Renta Variable.

Las inversiones anteriormente descritas podemos hacerlas directamente o a través de productos denominados Fondos de Inversión, que son productos donde la inversión la realizan entidades especializadas, llamadas gestoras, y que normalmente están reguladas y supervisadas por organismos oficiales. Estas gestoras comercializan participaciones en el fondo, que es una parte proporcional de todas las inversiones de ese fondo o cartera. Se puede retirar el dinero cuando se quiera.

La cartera de inversiones es el conjunto de títulos en los que invierto mi dinero.

¿Qué es lo básico a tener en cuenta a la hora de crear esta cartera?

Como dice el saber popular: “no es bueno poner todos los huevos en la misma cesta”. Se corre el riesgo de que si se cae la cesta se rompan todos los huevos. En mi caso, los huevos son mi dinero y la cesta el activo en el que he decidido depositarlo.

La diversificación es invertir en más de un activo o producto financiero. Debo invertir en activos de distinta naturaleza (renta variable, renta fija…), de distintos sectores económicos (Tecnológico, Financiero, Construcción…) áreas geográficas (Estados Unidos, Europa, países emergentes…). Así estaré minimizando considerablemente el riesgo de mi cartera.

La clave de la diversificación radica en que es poco probable que activos que no guardan correlación entre sí tengan un comportamiento similar. La renta fija y la renta variable, por ejemplo, tienen comportamientos opuestos: cuando una sube, la otra baja, y esto aporta estabilidad a la cartera, sobre todo durante las crisis.

Basada en el Marco de competencias financieras para adultos en la Unión Europea, publicado el 11 de