¿Qué son las tarjetas revolving?
Cuando en “Los Lunes Financieros” de la Fundación Cajasol se abordó el tema de las tarjetas de crédito, se advertía del efecto psicológico que se produce cuando consigo algo sin que me suponga ninguna insatisfacción, pues hasta lo que entrego, la tarjeta de plástico, me la devuelven. Esto me podría llevar al consumismo incontrolado.
El peligro puede incrementarse si lo que manejo es una de las llamadas tarjetas revolving, término inglés que significa girando o rotando. Hace referencia a que la deuda que contraigo con esa tarjeta siempre gira y gira y nunca se termina de pagar.
Esta tarjeta se caracteriza porque la devolución de las cantidades del crédito dispuesto se hace a plazos, a través de cuotas periódicas muy pequeñas que incorporan unos intereses muy elevados. Como toda amortización de un crédito, lo primero que se incorpora a la cuota que me cobran cada mes es el importe de los intereses y lo que queda de la cuota se destina a amortizar la cantidad dispuesta.
Esto tiene como consecuencia que la amortización de la deuda la realizo a muy largo plazo y por ello estaré pagando intereses mucho tiempo, saliendo una TAE que supera el 20%, rayando la usura.
También tiene la peculiaridad de que la deuda está rotando mensualmente: disminuye con los pagos de las cuotas, la parte que amortiza deuda dispuesta; pero aumenta al seguir usando la tarjeta para pagos y reintegros de cajeros, además de los intereses, las comisiones y otros gastos que se financian conjuntamente, con lo que puedo mantener la totalidad del crédito siempre dispuesto.
Las tarjetas revolving son instrumentos financieros complejos que si no los comprendo y/o no sé utilizarlos de forma adecuada pueden aumentar de forma vertiginosa mi endeudamiento, entrando en una espiral de pagos sin fin. Las cosas compradas con estas tarjetas las estoy comprando por más de su valor, pues también estaré pagando altos intereses.
¡ATENCIÓN!
Cuidado con esa tarjeta de crédito que llevo en mi cartera. Debería tenerla en modo “pago al mes siguiente” y no en “pago aplazado”. En ello me va mi salud financiera, que la pudiera perder por el pago de los elevados intereses por el aplazamiento.