La Fundación Cajasol en su sede de Córdoba ha iniciado su ciclo de actividades “Tramos de Cuaresma” con una mesa redonda que, bajo el título “La Semana Santa vista con ojos de mujer”, ha abordado el papel que éstas han adquirido en el mundo de las hermandades y cofradías en un proceso que también contó con algunas dificultades iniciales.
Esta primera mesa redonda, presentada y moderada por el periodista y pregonero de la Semana Santa de Córdoba en 2003, Álvaro Pineda, ha contado con la participación de Ana María Criado, hermana de la Merced y Jesús Rescatado, Inmaculada Aranda, teniente hermana mayor del Cristo del Amor e Inmaculada Espejo, diputada de Caridad y Obra Social de la Sentencia.
Las tres participantes partieron de la premisa de que en el día a día de la vida de una cofradía tanto hombres como mujeres pueden desarrollar las mismas actividades incluso las que en principio pudieran ser a priori más propias de hombres por el uso de la fuerza como montar un altar de cultos o los propios pasos.
En el caso de la más “veterana” de ellas, Ana María Criado, tuvo que romper hace varias décadas la barrera de ser la primera hermana en pertenecer a la Junta de Gobierno de su hermandad del Rescatado mientras que en el caso de Inmaculada Aranda fue integrante de la primera cuadrilla de hermanas costaleras de la Semana Santa de Córdoba. La “normalidad” y la plena integración, sin embargo, fue lo que marcó su incorporación a la cofradía de la Sentencia para Inmaculada Espejo.
Otra característica común a las tres es la de ser también esposas y madres de cofrades por lo que este mundo de la Semana Santa y de las hermandades y cofradías es un importante nexo de unión y de “discusión sana” en sus familias donde, a veces, también han existido momentos donde la “conciliación” no haya sido fácil.
Finalmente, y a petición del moderador, estas tres grandes mujeres cofrades recordaron los momentos que de una manera especial para ellas han quedado marcados en su trayectoria coincidiendo en que están estrechamente vinculados a la realización de sus respectivas estaciones de penitencia.