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Sonsoles Ónega presentó este miércoles 20 de septiembre en la Fundación Cajasol ‘Después del amor’, obra ganadora del Premio de Novela Fernando Lara 2017. La periodista y escritora madrileña estuvo acompañada por el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, Juan Manuel Castro, vicepresidente de la Fundación AXA, Ana Gavín, directora de la Fundación José Manuel Lara, y Jesús Vigorra, con el que compartió un delicioso diálogo-entrevista sobre la novela ganadora.

«Para la Fundación Cajasol es estupendo contar, cada día más, con eventos culturales tan atractivos como éste. Acogiendo la presencia de escritores consagrados, como es el caso de Sonsoles, o dando la oportunidad a nuevos talentos, fomentando la lectura y la escritura, como es el caso de nuestro concurso escolar en colaboración con la Fundación Lara, ‘Mi libro preferido‘, en el que pretendemos desarrollar las habilidades creativas de los más pequeños, además de poner en valor la importancia de tener un hábito de lectura», apuntó Antonio Pulido.

El presidente de la Fundación Cajasol recordó unas palabras del Premio Nobel Mario Vargas Llosa, en las que mantiene que «una sociedad que lee buena literatura es más crítica y menos manipulable que otras» y las secundó reafirmando que desde nuestra entidad «mantenemos el compromiso y destacamos, cada día más si cabe, la importancia de nuestra actividad cultural para dar a la sociedad todas las herramientas necesarias para seguir creciendo y avanzando y, a la vez, disfrutando con los grandes de la escritura».

Jesús Vigorra y Sonsoles Ónega convirtieron el acto en una noche mágica en la que lograron seducir al público que llenó el patio de la Fundación Cajasol para la ocasión y en la que las referencias a la situación actual con Catalunya y sus similitudes con el pasado fueron constantes ya que el hilo conductor de la novela es una intensa relación romántica que se escribe a través de los entresijos de la Historia de los convulsos años 30 de España. Los protagonistas son el militar Federico Escofet y Carmen Trilla, una figura de la clase alta conocida como la Greta Garbo de Barcelona que fascinó a la autora «por su valentía y su lucha en una sociedad en la que las mujeres no estaban autorizadas para amar».