El abogado del Estado, profesor y académico Eusebio Pérez Torres recibió ayer en el Teatro Cajasol Sevilla el XIII Premio Jurídico de ABC, convocado por ABC de Sevilla y la Fundación Cajasol.
En el acto de entrega intervinieron, entre otras personalidades, el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido; el director de ABC de Sevilla, Alberto García Reyes, y el consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto Ballesteros.
Alberto García Reyes glosó la figura del premiado diciendo que «es uno de los mejores juristas que he conocido. No sólo conoce las leyes, sino que ha hecho amistad con ellas». Y recordó que en estos tiempos en que el sistema judicial «está debilitado por las injerencias, desde ABC siempre defenderemos la libertad de la justicia».
Antonio Pulido señaló que Eusebio Pérez Torres es «uno de los sevillanos que mejor conoce la complejidad y el papel esencial del Poder Judicial en nuestra democracia, desde la teoría académica a su dilatada práctica jurídica en relevantes puestos de responsabilidad», afirmando que «nos gustaría que este premio fuera el reconocimiento expreso de su tierra, de su ciudad, a su acreditada vocación de servicio público. Un valor, el de servir de utilidad a la sociedad a la que pertenecemos, en el que suele poner el acento y que compartimos plenamente como motor del trabajo de la Fundación Cajasol».
Por su parte, José Antonio Nieto Ballesteros apuntó que «no es común dedicarle una buena noticia a la justicia. Es falso que el derecho sea aburrido» y aludió a la esperanza «para no vivir en un país aburrido y para hablar bien de la justicia y de los juristas».
Pérez Torres agradeció a ABC y a la Fundación Cajasol la concesión de este galardón y dijo que «el derecho organiza la sociedad para el bienestar de las personas, pero lo hace respecto de sus comportamientos externos y por eso debe contemplarlas desde fuera de ellas mismas. Cuando se observan las leyes desde la introspección sólo se ven los derechos, cuando se observan desde el conjunto se ven también las obligaciones. Sólo así las normas estarán dirigidas a la consecución del bien general». Y añadió que «el sometimiento del Estado al derecho conlleva que el Estado necesite abogados, y a eso me he venido dedicando yo a estos últimos treinta y tantos años».