La sede de la Fundación Cajasol en Córdoba ha acogido hoy la segunda sesión del Ciclo de Filosofía ‘Lecturas del presente’, organizado en colaboración con el área de Filosofía Moral de la Universidad de Córdoba, con la presentación del libro ‘Para una crítica del neoliberalismo. Foucault y la biopolítica’ (Lengua de trapo, 2021).

En el acto han intervenido Álvaro Castro Sánchez, coordinador del ciclo y profesor del área Filosofía Moral de la UCO, Rodrigo Castro, profesor titular de la Universidad Complutense, y Emmanuel Chamorro, profesor de la Universidad de Sevilla.

Álvaro Castro ha introducido el tema señalando que Foucault se plantea que «la premisa del neoliberalismo es que nos gobiernan demasiado. ¿Cómo gobernar dejando hacer? Cómo combinar el no gobernar demasiado con la necesidad de normalización, disciplinamiento, que son necesarias para la estabilidad del estado y para mantener la productividad» y que «con el neoliberalismo el límite entre la esfera económica y el resto de las esferas de la vida se rompe, hay una invasión de la empresa y el mercado a todas las facetas de nuestra vida, y también a nuestra relación con nosotros mismos, haciendo el empresario de sí mismo«.

Seguidamente, Rodrigo Castro ha expuesto la relevancia del curso «Nacimiento de la biopolítica» porque Foucault «advierte que la respuesta del neoliberalismo a la impugnación que había emergido en Mayo del 68 como una demanda de libertad no supone en ningún caso una respuesta menos autoritaria que las anteriores, que la lógica pastoral del capitalismo en realidad no está desapareciendo con la respuesta que da el neoliberalismo, sino que supone una reconfiguración«.

Castro ha señalado las distintas formas de operar que Foucault ve en el poder. Por un lado, excluyendo y rechazando, pero también «por una lógica de inclusión, es decir, captura a los sujetos en espacios determinados, condicionados y, por lo tanto, lo que hace no es prohibir, sino incentivar, promover, facilitar, suscitar, etc.»

Por su parte, Emmanuel Chamorro ha afirmado que una de las grandes aportaciones de Foucault ha sido «el tipo de acercamiento metodológico que hace, que le lleva a rechazar tres lugares comunes de la crítica izquierdista de la época, para ir un poco más allá».

Según Chamorro, Foucault «rechaza que se entienda el neoliberalismo como una forma del capitalismo. Tampoco acepta que el neoliberalismo sea una reactualización de la sociedad de masas o la sociedad del espectáculo. Y, por último, que el neoliberalismo sea una nueva vuelta de tuerca del poder del estado».

Foucault, según el profesor de la Universidad de Sevilla, observa que «el neoliberalismo pivota sobre una forja de las subjetividades. Es el sujeto quien proyecta una determinada lógica que impone constantemente. No es un poder desde arriba, sino que esa lógica está dentro de ti y tú eres quien maximiza tu utilidad constantemente». Asimismo, «entrevé una transformación en el modo de ejercer el poder, que ya no se ejerce verticalmente, de un modo tan obvio, sino que hay una nueva economía política, que parece controlar indirectamente al individuo».

Chamorro cita a la filósofa Nancy Fraser, que desde 2008 teoriza que «estamos viendo un tipo de neoliberalismo que vuelve sobre el autoritarismo, sobre la figura patriarcal del jefe, del líder» y propone en esta etapa «llevar a Foucault más allá de Foucault, porque las herramientas que ofrecía dan más cuenta de las dimensiones progresistas del neoliberalismo que de las reaccionarias».

«Hay autores que han planteado cómo del nazismo nace buena parte de lo que luego se configurará como ordoliberalismo, cómo hay un poso de autoritarismo que atraviesa todas sus formas y que había quedado oculto hasta el presente y hoy habría que desenterrar para comprender mejor qué nos está pasando».

Tras un debate con el público asistente, Rodrigo Castro ha cerrado el acto explicando que «en 2008 se cierra una fase del neoliberalismo que está anclada en la pulsión de goce, el neoliberalismo de consumo, la fascinación del supermercado, y nace el neoliberalismo de la precariedad. Una cosa que caracteriza nuestro tiempo es que no tenemos idea delo que va a pasar mañana. El futuro está borrado, ha desaparecido».