En agosto el IPC (Índice de Precios al Consumo) bajó al ¡¡¡10.4%!!!, ¿una tregua? Seguimos con una inflación muy alta.
En junio dedicamos este espacio de “Los Lunes Financieros” a cómo llevar a cabo una acción planificada para poder sobrevivir a la inflación, porque de otra forma pronosticábamos una zozobra en esta espiral alcista de precios.
Insistimos sobre el tema porque han saltado noticias sobre el incremento del endeudamiento de las familias en estos momentos.
Inquietud de los últimos informes financieros
En los últimos informes financieros de Banco de España, de observatorios especializados y de los principales bancos nacionales, todos destacan que las familias están utilizando el endeudamiento como medio para hacer frente a las subidas de precios. En los últimos meses las entidades financieras han visto como sus carteras de créditos al consumo subían.
Algo que desaconsejábamos en los últimos mensajes de “Los Lunes Financieros” de junio, cuando decíamos que había que moderar nuestras deudas. Cuanto más suban los precios y la subida de tipos de interés continúe (que es la forma que tiene la autoridad monetaria para luchar contra la inflación) menos sostenible será el endeudarnos más. Habrá que pedir más dinero y habrá que pagar más intereses por él.
A final del año pasado y los primeros meses del actual, las familias, que no tomaron medidas contra la inflación, pudieron hacerle frente reduciendo sus tasas de ahorro o utilizando fondos previamente acumulados (el ahorro extraordinario generado durante la pandemia); pero cuando este colchón se ha agotado, se está optando por solicitar créditos al consumo. En julio estos créditos se han incrementado del orden de un 20% respecto a otros años, según esos informes.
Recordemos que un crédito al consumo es un crédito personal (respondemos con todas nuestras posesiones presentes y futuras) cuyo importe se destina a productos o servicios que, como su nombre indica, desaparecen con el uso. No va destinado a algo duradero (como una vivienda) o no va a ser invertido para que produzca una rentabilidad.
Pero aún más preocupante es el incremento del uso de las tarjetas de crédito, especialmente las “revolving” (casi todo lo pagado mensualmente se va en atender los intereses y se amortiza poca deuda). Estas contienen un crédito concedido con anterioridad a este periodo inflacionista, por lo que es más tentador y fácil de usar cuando no llegamos a final de mes.
El riesgo de sobreendeudamiento
Volvemos a insistir sobre el grave riesgo de sobreendeudamiento que generan los créditos al consumo y las tarjetas de crédito, sobre todo las «revolving». Por lo que aconsejamos, antes de firmar un crédito o usar la tarjeta, calcular nuestra capacidad de endeudamiento. Su cálculo es sencillo: los pagos de las cuotas de todas nuestras deudas no superen el 33% de nuestros ingresos.
Si las cuotas de nuestras deudas superan ese porcentaje de nuestros ingresos, estaremos en una situación delicada, pues no tendremos dinero para las cosas esenciales de nuestra vida y, finalmente, no podremos hacer frente al pago de las deudas, acabando en un fichero de morosos, con lo que ello implica.
Así las cosas, aconsejamos prudencia a la hora de optar por endeudarnos más en este escenario inflacionista y volvemos a recordar el plan que propusimos en Los Lunes Financieros de junio.
¿Cómo se combate la inflación?
En las crisis, la receta es siempre la misma:
- Reducir los Gastos.
- Aumentar el Ahorro.
- Moderar las Deudas.
- Invertir en Activos que renten más que la Inflación.
Para poner en marcha la receta necesito un plan.
Esperamos que con este mensaje pasemos ya a la acción y, al menos, sobrevivamos a esta inflación que nos va a durar muchos meses.