La subdirectora de Cultura y RRII de la Fundación Cajasol, Rosa Santos, inauguró este martes 7 de junio la conferencia de Alfonso Guerra dentro del Ciclo Conmemorativo del IV Centenario de la muerte de Cervantes en la Sala Antonio Machado de la Fundación Cajasol (C/Entrecárceles, 1. Sevilla). ‘Una lectura de El Quijote’ fue presentada y conducida por el periodista Jesús Vigorra, que prestó suma atención, junto al nutrido público que participó en la cita, a todas las explicaciones de Guerra.
«El Quijote para mí, sobre todo, es un libro enigmático, una novela cargada de incógnita», confesó Alfonso Guerra, que dedicó el inicio de su intervención a intentar descifrar los diferentes guiños del autor para hacernos pensar que puede tratarse de una obra en la que se pueden descubrir muchos de sus rasgos biográficos. «No nos comunica ni el autor ni el lugar. Ni siquiera quién es el protagonista. Nos habla de un hidalgo rural llamado Quijada, Quesada, Quijana o Quijano, fingiendo distintas fuentes o autores», pero Guerra lo tiene claro: «Cervantes se encargó de ofrecernos el dato en el prólogo de su obra. En Sevilla es dónde concebirá a Don Quijote, aunque en principio como un corto relato que continuará más tarde en Toledo». Alfonso Guerra defiende la tesis de que el verdadero descubrimiento de Cervantes está en la figura de Sancho Panza, el escudero, una figura sí generada por él para la obra.