La Universidad Internacional de Andalucía, en colaboración con la Fundación Cajasol, el Centro Mediterráneo Andalusí de la UPO, y otras instituciones, organizan del 6 al 9 de julio de 2015 un coloquio internacional sobre una cuestión de primer orden en la actualidad: ¿Identidades conflictivas o convivencia en el Mediterráneo? en el Instituto de Estudios Portuarios
Bajo esta interrogante se dan cita destacadas personalidades nacionales e internacionales que, desde diversas perspectivas, irán desgranando todos aquellos aspectos relevantes para disponer de una mirada fundamentada sobre diversidad y convivencia en un espacio tan emblemático en lo cultural, económico, político y social como es el Mediterráneo y los países que a él se asoman.
Los temas que, en torno a la cuestión central anunciada, serán tratados en este coloquio están relacionados con los desafíos identitarios que plantea un espacio tan rico y complejo como el Mediterráneo; los vínculos entre el auge de las identidades y la crisis política; las relaciones entre pluralismo y reivindicación nacional; las posibilidades de establecer valores comunes en un mundo fragmentado; y, el análisis de los conflictos identitarios y sus consecuencias.
Si bien estas cuestiones no agotan la complejidad de la temática, esperamos que contribuyan a generar una visión profunda sobre la problemática de la cuestión y, sobre todo, a articular respuestas concretas que permitan alcanzar un mayor nivel de convivencia en la cuenca mediterránea.
El discurso de apertura ha corrido a cargo de Eugenio Domínguez Vilchez, Rector de la Universidad Internacional de Andalucía, José Ángel Narváez, Rector de la Universidad de Málaga, Sami Nair, Director del Coloquio y Antonio Pulido, Presidente de la Fundación Cajasol, que posteriormente también ha participado en el debate ‘Mutaciones culturales y desafíos identitarios’, junto a Lluis Bassets, Director Adjunto de El País, Fatma Oussedik, Socióloga en la Universidad de Alger2 y escritora, José Osuna, Presidente del Club Unesco y Mª Eugenia Mañón Braun, secretaria Gral Syndicat du Personnel des Institutions Europèennes.
Para Antonio Pulido, «Estos cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía tiene un gran elenco de ponentes. Venimos colaborando con ellos muchos años y para la Fundación Cajasol estamos orgullosos de patrocinar este tipo de iniciativas. Nuestra obligación principal es devolverle a la sociedad parte de lo que recibimos de ella y no hay mejor forma de hacerlos que intentando diganosticar primero y definir después una sociedad mejor. Este curso forma parte de eso que queremos seguir desarrollando y potenciando».
Sami Naïr ha hablado sobre la situación en el Mediterráneo y ha aclarado que «siempre ha sido una zona fragmentada y un espacio de intercambio, tenso, con crisis y conflictos culturales». El analista político ha ahondado en la Historia para explicar el punto actual en el que se encuentra el mundo y ha hecho alusión a la rivalidad entre el cristianismo y el islam, que «han buscado a lo largo de los siglos su manera de imponerse, a través de las Cruzadas, por ejemplo». Ante la falta de respuesta de las instituciones europeas, el analista político ha querido especificar que «la prioridad de la UE es fortalecer el centro y el este europeos, dejando en un segundo plano estos problemas».
La conferencia ha girado en torno al Mediterráneo, que sufre las consecuencias de la globalización y está enfrentado a unos obstáculos que vienen de la demanda de trabajo, la economía y los avances tecnológicos. Esto, según Sami Naïr, hace que los conflictos perduren. Durante su ponencia, ha clasificado los mismos y ha puesto ejemplos, como el de Yugoslavia o el ucraniano. El politólogo lo achaca a la falta de diálogo y refuerza su conclusión con la crisis migratoria en el Mediterráneo, ya que, según su punto de vista, se ha convertido en un «cementerio». No obstante, el director de la conferencia ha aclarado que las relaciones de seguridad entre ambas orillas funcionan.
También ha querido destacar la importancia de la cuestión demográfica. Entiende que «estamos asistiendo a un empuje del África subsahariana y el problema es la gestión de estas crisis migratorias, ya que tendrán consecuencias enormes sobre el continente europeo». A esta dificultad, se une la de la integración de los países árabes e islámicos, un problema que a su juicio «tiene que ver con la integración económica y profesional». Ante esta problemática, Sami Naïr aporta algunas soluciones, como políticas de integración y más responsabilidad de los gobiernos.
Debate sobre conflictos
Tras la presentación del seminario, se ha celebrado un debate sobre los conflictos identitarios, con la presencia del presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, que ha definido la temática como «poliédrica», por la gran cantidad de factores que influyen en las identidades, entre ellos, la crisis económica, con la que ha aludido a la situación griega. Mayor desigualdad y una falta de perspectiva son dos de los problemas que radican en estos conflictos, donde Pulido aboga por políticas sociales e inclusivas. Además, el responsable de la Fundación Cajasol ha destacado el papel que desempeñan los medios de comunicación, ya que «te muestran que unos viven de forma diferente a la tuya». El director adjunto del periódico ‘El País’, Lluis Bassets, ha tomado parte en el coloquio haciendo referencia al «Grexit», el conflicto en Ucrania y la inmigración, que afectan a Europa. El periodista ha hecho un repaso de algunos de los problemas más importantes como los conflictos y riesgos bélicos, las guerras civiles y estados fallidos, o la guerra híbrida en Ucrania. Respecto al terrorismo, sobre el que ha hecho un recorrido en cuanto a sus consecuencias, ha mencionado los efectos adversos que conlleva, como la falta de libertades o el peligro de atentados. Por último, la socióloga en la Universidad Alger 2 y escritora, Fatma Oussedik, ha realizado un recorrido sobre Argelia para arrojar un poco de luz sobre la realidad del país y los conflictos a los que se enfrenta actualmente. En su ponencia ha mencionado algunas voces sociales, como los movimientos feministas y grupos que intentan reivindicar sus derechos. Además, ha comentado el papel que tiene el país en las rutas saharianas, puntos en los que se dan todo tipo de intercambios, como culturas, comercio, personas y drogas.