Fernando Gabardón de la Banda, acompañado de la historiadora María Elvás Iniesta, ha impartido una ponencia acerca de la figura del artista Cristóbal Ramos, protagonista de la exposición «Cristóbal Ramos: cuando el barro cobra vida», que podrá visitarse en Sevilla del 11 de marzo al 13 de abril de 2022 en la Fundación Cajasol. 

Durante su intervención Fernando Gabardón, doctor en Derecho y en Historia del arte además de profesor de CEU Andalucía, ha aportado algunos datos acerca de la trayectoria artística del escultor «Cristóbal Ramos era un hombre muy conocido en Sevilla, junto con su amigo Blas Molner. Era realmente como nosotros hemos llegado a conocer a Dubé Luque, viendo procesiones o Álvarez Duarte. Eran los personajes probablemente más conocidos en ese mundo artístico y en ese mundo cofrade que existía ya en estos años».

A lo largo de la ponencia, Gabardón ha hecho alusión a diferentes investigadores como Carmen Montesinos, quien en 1986 escribió un trabajo monográfico sobre el artista para la Colección Arte Hispalense, o el profesor José Roda Peña, experto en la escultura e imaginería sevillana del siglo XVIII. En en este sentido, y en relación a esta línea de investigación , ha añadido que “es muy significativo también, todo el descubrimiento o el redescubrimiento que se ha estado realizando ya desde el siglo XX y, sobre todo, en estos veintidós años que llevamos de siglo. Sería una amplia tarea decir todos los artículos que se han ido realizando a lo largo de estos años.”

Partiendo de estas fuentes bibliográficas, Fernando Gabardón ha querido destacar a la figura de Cristóbal Ramos como escultor en mayúsculas, aunque mayoritariamente se le conoce como el gran maestro de la terracota, un material que ha sabido llevar hasta su máxima expresión. El ponente ha señalado que “La novedad de Ramos es que imágenes procesionales o devocionales, no simplemente bocetos u obras de pequeño formato o bien piezas para exteriores, se volverán a realizar ahora, en los epílogos del Barroco en barro, con un sentido económico, aunque también expresivo. El barro lo utiliza especialmente para modelar las cabezas, las manos de las imágenes, aunque en imágenes pequeñas como los misterios de nacimiento o algún ejemplo más singular como el relieve de San Diego de Alcalá”.

Esta actividad se encuentra enmarcada dentro del programa ‘Tramos de Cuaresma’, una propuesta cultural que se desarrolla durante el período de Cuaresma en la Fundación Cajasol.