El empresario y asesor de Singularity University David Orban ha ofrecido este lunes 20 de junio la conferencia ‘El poder disruptivo de la descentralización’, en la Fundación Cajasol. Orban ha asegurado que «la tecnología y la conectividad permitirán al ciudadano intervenir en unas decisiones que hasta ahora estaban en manos de organizaciones» durante su intervención en el marco de las actividades desarrolladas por el Capítulo de SingularityU Sevilla.

El conferenciante, acompañado por Luis Rey, embajador del Capítulo de SingularityU Sevilla; Manuel Bellido, presidente del Consejo Empresarial de SingularityU Sevilla; y Rosa Santos, subdirectora adjunta de Cultura y Relaciones Institucionales de la Fundación Cajasol, ha desgranado durante su intervención las claves del porqué la tecnología y la conectividad contribuirán al total empoderamiento del ciudadano y a aumentar la cuota de poder en muchas de las decisiones que hoy en día le competen a nivel político, empresarial, energético, de educación o de seguridad.

Durante su intervención, David Orban advirtió que las organizaciones a corto y medio plazo dejarán de ser jerárquicas para convertirse en redes descentralizadas en las que el ciudadano podrá intervenir. «No podemos permitir que ni una sola organización dictamine verticalmente cuáles son las decisiones globales. Es necesario que las comunidades locales encuentren y ejecuten sus propias decisiones a través de las redes», ha asegurado Orban, quien agrega que «este cambio de paradigma es imparable y va a poner al Estado-Nación bajo la presión competitiva de ver que se crea una nueva organización socio-económica llamada sociedad en red».

David Orban puso varios ejemplos a los más de 100 asistentes a la conferencia. Uno de ellos, la energía. «Al contrario que las plantas de carbón o de petróleo, que necesitan mucha inversión y no todas acaban teniendo retorno económico, la instalación de placas de energía solar fotovoltaica es limpia, económica, y es una decisión que pueden tomar miles de personas a nivel individual», ha indicado.

Ha puesto de ejemplo la fabricación. Así, considera que «dentro de poco, todos podremos tener una impresora 3D en casa y podremos fabricar lo que queramos de manera rápida sin tener que ir a China a buscarlo», dijo. También habló de alimentación, apuntando que «ya tenemos luces LED para darle vida a los alimentos y conseguir resultados óptimos, con una mayor variedad de alimentos que no dependen del transporte o del suministro».

Durante su intervención, David Orban también extendió la capacidad del empoderamiento del ciudadano a otros campos como la salud, la educación, el sistema financiero, la seguridad o la política. «Tenemos ya dispositivos ponibles que miden nuestra salud y nos informan de qué debemos hacer; y estamos capacitados para estar en contacto con los demás, compartir conocimientos, blogs, vídeos, de igual a igual. Y estamos perfectamente cualificados para entender, usar y aprovecharnos de las leyes financieras para nuestro propio beneficio. Y por supuesto, la elaboración de leyes y políticas también ha de ir por este camino, hay que convertirlas en cuestiones más ágiles y orientadas al beneficio del ciudadano», resumió.

El conferenciante aventuró, igualmente, que esta corriente as «absolutamente imparable, porque las nuevas generaciones, apoyados en la tecnología, van a empoderar al individuo y a emancipar a millones de personas para poder crear comunidades estables, sólidas, para vivir con dignidad, superando el alto estado de alarma de la burocracia que se opone a este tipo de cambio«. Por tanto, empresas, sistemas políticos y organizaciones, tendrán que virar su actividad «a este enfoque o estarán condenadas a desaparecer».