Arte, Información y Gestión celebró su subasta de otoño este miércoles 21 de noviembre en el Centro Cultural Cajasol con una oferta de 754 lotes, 471 de pintura y escultura y 283 joyas y artes decorativas. Las piezas salieron a la venta después de visitarse en exposición desde el lunes 12 de noviembre hasta el día de la puja, en la que se subastaron 1.159.725 euros. La portada del catálogo la protagonizó una magnífica pintura inédita del maestro sevillano Juan Valdés Leal, expertizada por el profesor Enrique Valdivieso. Esta obra, con el tema de Jesús atado a la columna, puede fecharse hacia 1670, en el período de máxima plenitud creativa del artista. Su precio inicial era de 95.000 euros y fue vendida.
Otra pieza excepcional es el lienzo del pintor Sebastián Llanos Valdés que representa Los desposorios místicos de Santa Catalina de Siena, sin duda su mejor obra conocida hasta nuestros días dentro de su escueta producción. Catalogada por D. Diego Angulo y expuesta en numerosas ocasiones, salió por un precio de 70.000 €.
En la sección de pintura antigua sobresalió asimismo un excelente San Pedro de Luis Tristán, que debió formar parte de un apostolado. Se adquirió a partir de 35.000 €. Otro lote de particular atractivo era un interesante lienzo de Luca Giordano con el tema de San Antonio de Padua con el Niño, siguiendo un modelo de Murillo. También resaltó un espléndido Matías de Arteaga por tan sólo 6.000 € y una Virgen de la leche, bella tabla de escuela hispanoflamenca que formó parte de la antigua colección del Duque de Osuna.
Ya en el siglo XIX encontramos una pareja de óleos sobre lienzo firmada por José María Romero que narra La buena y la mala muerte del duque de Montpensier, que arrancó en 35.000 €. Se trata de una curiosa y romántica escenificación de los últimos momentos de la vida del duque: en una de las obras Antonio de Orleáns decide morir en gracia de Dios recibiendo la comunión en presencia de distintas personalidades laicas y religiosas mientras que, en la otra, aparece rechazando la última confesión que le ofrecen dos monjes dominicos, con una representación de la parca en forma de esqueleto asomando tras el dosel de la cama.
Adentrándonos en el siglo XX, es digna de mención la obra de tema rural de José María Labrador, que se pudo adquirir a partir de 2.700 €, o la Casa entre pitas de Francisco Prieto Santos. Enriquece el catálogo Alfonso Grosso, con tres curiosos e intimistas bodegones de flores y dos escenas de religiosidad sevillana, de las que resaltamos la Salida de la Hiniesta en San Julián por su belleza y luminosidad. Baldomero Romero Ressendi es el autor de un total de seis obras de la puja, entre las que destacan tres bodegones. De su discípulo Manuel Monedero se subastaron tres piezas de diferente temática. De especial interés son dos álbumes con ilustraciones de Francisco Hohenleiter, Santiago Martínez y Alfonso Grosso, entre otros. Se trata de sendos conjuntos de dibujos, gouaches y acuarelas que sirvieron para ilustrar la obra Sevilla y la Semana Santa, en 1926, así como cubiertas de novelas y otras publicaciones.
De la segunda mitad del siglo XX se contó con un tríptico del cordobés Pepe Espaliú, obra de 1987 con una de fuerte carga expresiva, cuyo precio inicial era de 8.000 €. Cabe destacar, asimismo, una Barca perteneciente a una de las más famosas series de Félix de Cárdenas, por la que se pudo pujar en esta subasta a partir de 15.000 €. Del polifacético y original artista Guillermo Pérez Villalta se subastaron una Santa Lucía y cuatro grabados característicos del autor.
No podemos olvidar una tabla del internacional Jak Katarikawe con un atractivo precio inicial de 20.000 €, o los dibujos de Claudio Bravo, un artista siempre recurrente en las subastas internacionales.
Una vez más, la subasta incluyó en su catálogo obras de artistas sevillanos contemporáneos de gran demanda y cotización como son Francisco Molina, Manuel Salinas, Francisco Cortijo, Patricio Cabrera y Pepe Parrales, entre otros. Asimismo, artistas actuales de proyección nacional como Francisco Farreras o Dis Berlín también estuvieron representados en el catálogo.
En otras disciplinas destacaron las esculturas de Antonio Susillo, Julio López Hernández y Juan Hidalgo, así como las fotografías de Miguel Ángel Gaüeca, Ana Laura Aláez, Pilar Albarracín y Federico Guzmán.
En cuanto a la obra gráfica, en esta ocasión sobresalió una serigrafía de Eduardo Chillida en 3.000 € de salida y una litografía de Miguel Barceló, La souris, con idéntico precio de partida. Completan la oferta otros autores como Pablo Palazuelo, Juan Romero, Antonio Saura, Joan Miró, Antoni Clavé y Antoni Tàpies.
En el apartado de joyas, se hizo un esfuerzo por reunir un conjunto de piezas asequibles a un mayor número de clientes, sin descuidar el atractivo y la calidad de las mismas, presentando un variado número de broches y alfileres, isabelinos, años 20-30, años 40-50, vintage….., con diamantes y gemas de color y un amplio abanico de precios. Lo mismo ocurre con los pendientes, sortijas y pulseras, con originales diseños de época o "estilo"; collares de perlas, coral, ónix; gargantillas de brillantes o combinadas con otras gemas, sin olvidar los relojes y complementos. Se incorporan también objetos decorativos de arte chino, como tallas de jade y marfil y objetos antiguos de diferentes metales.
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