Este lunes, como todos los primeros lunes de octubre, se celebra el Día de la Educación Financiera, bajo el lema “Infórmate. Planifica. Decide”, para promocionar las ventajas de la Planificación Financiera: formarse e informarse adecuadamente para tomar las decisiones financieras más acertadas en todas las etapas de la vida y construir así un futuro económico estable y seguro.

Para esta primera entrega de “Los Lunes Financieros” que dedicamos a este tema, traemos el informe emitido por la OCDE sobre las competencias en materia financiera de 30 países que participaron en un estudio:  OECD/INFE 2023 INTERNATIONAL SURVEY OF ADULT FINANCIAL LITERACY © OECD 2023.

Este informe de la OCDE ofrece varias recomendaciones claves que, si bien están dirigidas principalmente a los responsables de la formulación de políticas, implican acciones y mejoras importantes en la Planificación Financiera para las personas. Estas recomendaciones se centran en fortalecer las habilidades, comportamientos y actitudes financieras para mejorar el bienestar individual.

A continuación, se presentan las recomendaciones del informe de la OCDE que se correlacionan directamente con la planificación financiera individual:

  • Mejorar los conocimientos financieros básicos para tomar decisiones financieras sólidas:

Es fundamental tener claro los conceptos financieros fundamentales, como el interés simple y compuesto, así como el concepto del valor del dinero en el tiempo y del impacto de la inflación en la vida real.

Comprender estos conceptos es básico para quienes utilizan productos de ahorro y crédito, ya que afectan la gestión personal del dinero y la capacidad de desarrollar resiliencia financiera, esto es, la capacidad para reponerse de circunstancias financieras problemáticas.

  • Fortalecer los comportamientos y actitudes que fomentan la resiliencia y el bienestar financiero:

Comparar productos y buscar asesoramiento independiente: Hay que esforzarse por entender los productos financieros y después comparar las ofertas de estos entre diferentes proveedores y buscar asesoramiento de fuentes independientes antes de adquirirlos.

Esto es fundamental para tomar decisiones informadas y seleccionar los productos que mejor se adapten a mis necesidades. Atención a las nuevas fuentes de asesoramiento, como los «influencers», que son cada vez más comunes. Comprobar su profesionalidad y si están supervisados.

Desarrollar el pensamiento crítico para evitar fraudes: La capacidad de comparar y basarse en fuentes de información y asesoramiento formales e independientes es también una habilidad útil para protegerse de los intentos de fraude y estafas, que son cada vez más frecuentes.

El informe señala que aproximadamente dos de cada tres adultos que han sido víctimas de fraudes financieros no alcanzan el nivel mínimo de educación financiera.

Gestionar el dinero a corto plazo y establecer metas a largo plazo: Es vital que las personas mejoren sus prácticas de seguimiento del dinero a corto plazo y se mantengan firmes en sus metas financieras a largo plazo. De esto trataremos en las próximas entregas.

Mejorar la elaboración de presupuestos y la planificación para fomentar comportamientos financieramente prudentes, aumentar el número de ahorradores activos y ayudar a establecer y planificar objetivos financieros a largo plazo.

Desarrollar una actitud a largo plazo hacia las finanzas personales: Más de la mitad de los adultos en los países participantes encuentran más satisfactorio gastar dinero que ahorrarlo a largo plazo.

Fomentar que los adultos desarrollen actitudes más orientadas al largo plazo con respecto a sus finanzas contribuirá a un mayor bienestar financiero.

  • Mejorar los conocimientos, comportamientos y habilidades para el uso seguro de los servicios financieros digitales:

Con la creciente digitalización del sector financiero, es fundamental adquirir los conocimientos y las habilidades necesarias para utilizar de forma segura los productos y servicios financieros digitales.

Esto incluye entender los riesgos de compartir contraseña y PIN, así como la importancia de verificar la seguridad de los sitios web y la regulación de los proveedores antes de realizar transacciones en línea.

  • Apoyar a las personas con menor educación financiera y bienestar:

Se recomienda dirigir los esfuerzos de educación financiera a grupos vulnerables como aquellos con bajos ingresos y bajos niveles educativos, y en algunos contextos, a mujeres, jóvenes o personas mayores.

En este punto la Fundación Cajasol con su Programa de Educación Financiera está comprometida a la formación en esta materia con estos grupos, que por sus niveles más bajos de educación financiera suelen tener también los niveles más bajos de bienestar financiero.