La Fundación Cajasol, con la colaboración de Cine Club Vi­da, continúa apostando por el cine de calidad y este mes de noviembre ofrece al público el ciclo ‘Guionistas: del texto al cine’, que pone en el foco la importancia del guión cinematográfico. La cartelera arrancó el viernes 8 de noviembre con la emisión de la película ‘Si no amaneciera’, de Mitchell Leisen; y continuó este 15 de noviembre con ‘En un lugar solitario’, de Nicholas Ray, y finaliza este 22 de noviembre, con ‘Punto de mira’, de Karl Francis. Las proyecciones son todas a las 20:00 horas, con en­tra­da libre hasta completar afo­ro en el Teatro Cajasol (acceso por c/ Chi­ca­rre­ros). Más información en el teléfono 954 508 200.

  • Con seis nominaciones a los Oscar, Si no amaneciera (1941), protagonizada por Charles Boyer, Olivia de Havilland y Paulette Goddard, y con el guion de Charles Brackett y Billy Wilder, cuenta la historia del bailarín rumano Georges Iscovescu, quien desea entrar en EE.UU. a través de México. Sin embargo, su visado no llega y se encuentra en la frontera con su antigua compañera Anita, australiana que para acelerar los trámites se casó con un estadounidense al que pidió el divorcio pocos días después de conseguir su objetivo. Iscovescu intentará hacer lo mismo con la profesora estadounidense Emmy Brown.

Frame de la película 'Si no amaneciera'

  • El cine negro se hace patente con En un lugar solitario (1950), película escrita por Andrew Solt basándose en la historia de Dorothy B. Hughes. Considerada como una de las mejores cintas de Nicholas Ray (Rebelde sin causa, Rey de reyes), nos presenta al guionista Dixon Steele (Humphrey Bogart) frente a la odiosa tarea de crear un guion de un best seller de mala calidad. La casualidad quiere que una joven que le está contando una historia sea asesinada y él se convierta en el principal sospechoso. Su vecina Laurel Gray (Gloria Grahame) le ofrece una coartada, y este gesto de amistad se convierte en amor. Pero la sospecha y la duda no desaparecen.
  • Punto de mira (2000), escrita y dirigida por Karl Francis, nos sitúa en 1945, en el comienzo de la Guerra Fría. Herbert J. Biberman (Jeff Goldblum), un prestigioso director de cine, lidera la lucha contra la represión que amenaza con suprimir la libertad de expresión en Hollywood. Encarcelado por el FBI y repudiado por los grandes estudios, se marcha con su esposa y sus compañeros de rodaje a dirigir La sal de la tierra, una película rodada en libertad.