El presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, ha asistido este viernes 16 de marzo a la botadura de la réplica de la Nao Santa María, nave conmemorativa del 525 Aniversario del Encuentro entre dos Mundos, en los astilleros de Punta Umbría (Huelva). Lo ha hecho acompañando al presidente de la Diputación de Huelva, Ignacio Caraballo, la alcaldesa de Punta Umbría, Aurora Águedo, madrina de embarcación, y el presidente de la Fundación Nao Victoria, Juan Miguel Salas. Todos accedieron a la plataforma desde la que se procedió a la botadura de la réplica de la Nao Santa María, aplazada por las condiciones climatológicas desde el pasado 1 de marzo, tras atender a los medios de comunicación presentes en el acto.

«Para la Fundación Cajasol es un honor participar en un proyecto de la envergadura de la Nao Santa María. Tenemos un compromiso importante con Huelva. Se trata de un proyecto extraordinario que va mucho más allá de Huelva, Andalucía y España. Para que se vuelva a recordar buena parte de nuestra historia», apuntó Antonio Pulido, para quien, «con la celebración de este 525 aniversario estamos poniendo en pie una gesta muy importante y proyectando Andalucía y españa por todo el mundo»

La réplica de la Nao Santa María supone el «buque insignia» de la flota que guió a Cristóbal Colón y a los marinos onubenses en su viaje hacia América y que propició el Encuentro entre dos Mundos. Un hito histórico del que se ha conmemorado, durante el pasado año 2017, su 525 aniversario, y que tiene en la botadura de esta simbólica embarcación el broche de oro de una iniciativa, que una vez inicie su singladura desde el Muelle de Levante, se convertirá en embajadora universal e itinerante de Huelva y su provincia.

Así, la réplica hará escala en las Islas Canarias y, tras cruzar el Océano Atlántico, visitará Puerto Rico además de una veintena de puertos de la Costa Este de los Estados Unidos. En el proceso de la construcción a escala real de la réplica de la Nao Santa María en los astilleros de la localidad ha intervenido un equipo de trabajo formado por ingenieros, artesanos carpinteros de ribera, cordeleros y rederos, entre otros oficios, con el fin de respetar «con precisión y rigor histórico las formas y detalles de la nave original».

PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE LA NAO SANTA MARÍA

La réplica de la ‘Nao Santa María’ ha sido realizada gracias a un sistema innovador en el sector de la construcción naval de réplicas históricas de estas características que combina la construcción en fibra de vidrio y su posterior recubrimiento en madera. Desde la Diputación explican que esta técnica supone «un enorme avance en cuanto a impacto ambiental, costes, perdurabilidad y mantenimiento del navío, lo que no afecta a sus formas y aspecto histórico, ni a su navegabilidad y maniobra».

Tras la primera fase de construcción del molde del casco se procedió a colocar «la piel» a base de aplicar capas de fibra de vidrio sobre el molde. Una vez finalizado el revestimiento exterior del casco, se trabajó en los elementos estructurales; en concreto, los refuerzos longitudinales y los mamparos de la sala de máquinas y de proa, dispuestos a lo largo de la quilla de 10.000 kilogramos de lastre en barras de hierro corrugado.

Paralelamente, comenzaron los trabajos de carpintería, dirigidos por un maestro de carpintería de ribera y un grupo de artesanos que han definido y moldeado todos los elementos de madera del barco. La embarcación final pesa unas 200 toneladas y contará con una eslora máxima total de 28,30 metros y 7,96 metros de manga. Como la original, la réplica de la Santa María va a incorporar tres mástiles y un bauprés, siendo la altura del mástil mayor de casi 25 metros desde la línea de flotación. En la construcción se han empleado cerca de 90 metros cúbicos de madera de iroko, 250 metros cuadrados de velas y unos tres kilómetros de cabos entre su jarcia firme y de labor.