Tras el gran éxito cosechado por la exposición Mística de Valentin Kovatchev, la Sala Murillo de la Fundación Cajasol en Sevilla ha inaugurado este viernes 8 de marzo, la exposición ‘Dos Clausuras’, de Pepe Cobo, permanecerá abierta al público hasta el próximo 14 de abril de 2019. Se trata de una muestra documental en la que se presenta bajo un mismo hilo conductor, la actividad de bordar, la relación que existe entre dos espacios de clausura distintos: el de las monjas de clausura del Convento de San Leandro de Sevilla y el de las reclusas privadas de libertad en el Penal de Chorrillos en Lima.

El presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, y el autor de la muestra, Pepe Cobo, han sido los encargado de inaugurar la nueva exposición, comisariada por Laura Revuelta, en el que se presenta un conjunto de obras cuya fuerza radica en lo que esconden, en el valor documental y su enorme trasfondo social. Un choque de mundos en el que se pretende establecer una relación entre esas mujeres que viven un encierro voluntario de por vida, consagradas a su Dios y a su fe; y aquellas otras que sufren penas de cárcel y aislamiento por haber cometido graves delitos de muy distinto calado, todo ello a través de sus bordados. Dos formas de clausura, de aislamiento de la sociedad, bien distintas.

Antonio Pulido destaca la figura de Pepe Cobo

Antonio Pulido destacó el regreso de Pepe Cobo a Sevilla, «el hombre que allá por los años 80 consiguiera revolucionar el panorama cultural de la ciudad. Son ya más de tres décadas las que avalan una trayectoria profesional que, en un recurrente ir y venir entre ciudades, no ha parado de impulsar proyectos y de afianzar el contacto con artistas de diversas nacionalidades y culturas», apuntó. «Para nosotros es un placer poder colaborar con iniciativas como éstas, en las que lo social se convierte en eje vertebrador de todo lo que podemos ver en ‘Dos clausuras’.

La muestra presenta un conjunto de obras cuya fuerza radica en lo que esconden, en el valor documental y su enorme trasfondo social. Un choque de mundos en el que se pretende establecer una relación entre esas mujeres que viven un encierro voluntario de por vida, consagradas a su Dios y a su fe; y aquellas otras que sufren penas de cárcel y aislamiento por haber cometido graves delitos de muy distinto calado, todo ello a través de sus bordados. Dos formas de clausura, de aislamiento de la sociedad, bien distintas.

La exposición estará abierta al público hasta el 14 de abril, en horario de 11 a 21 horas, de lunes a sábado y domingo, de 11 a 18 horas

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