La Fundación Cajasol se suma un año más a la iniciativa Agua del Camino, de la empresa pública Giahsa con la colaboración de la Diputación Provincial, que este año ha distribuido un lote de más de 28.000 bricks de agua de 33 centilitros de capacidad entre las 16 hermandades del Rocío de los municipios que forman parte de la Mancomunidad de Servicios de la Provincia de Huelva (MAS).
Al acto de presentación del «Agua del Camino», que se ha llevado a cabo en el Servicio Comarcal del Condado, en La Palma, han acudido, entre otras personalidades, la presidenta de la Mancomunidad, Laura Pichardo; la presidenta de la Diputación Provincial, María Eugenia Limón; el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, y una nutrida representación de los representantes de los distintos ayuntamientos y hermandades, tanto la Matriz de Almonte como las filiales.
Laura Pichardo ha destacado el hecho de poder retomar una actividad “entrañable después del paréntesis de dos años obligado por la pandemia. Nos reunimos de nuevo en torno a un acto que vuelve a estar marcado en el calendario rociero de nuestra provincia, una cita obligada para los rocieros y rocieras y un punto de encuentro especialmente emocionante para los que sentimos y amamos las tradiciones y la cultura genuina que hace inconfundible y peculiar a nuestra tierra”.
Pichardo ha querido resaltar también que “la gran novedad es que entregamos a las Hermandades bricks en lugar de botellas de plástico, ya que nuestro espíritu rociero debe ir íntimamente ligado al respeto y a la conservación del medio ambiente”. Asimismo, ha reconocido la “colaboración y el cariño que la Fundación Cajasol dedica a esta iniciativa, siempre han estado y están ahí, al lado de Giahsa, de la MAS y de las hermandades, al igual que la Diputación Provincial. Sus respectivos apoyos merecen nuestra más sincera gratitud”.
Por su parte, Antonio Pulido ha manifestado que «es una gran alegría para nosotros retomar el Agua del Camino y haber acudido al acto de presentación después de dos años en blanco. Un proyecto que, por cierto, no puede ser más simbólico y representativo de nuestra intención y vocación con esta fiesta, que no es otra que la de dar agua y aliento a los romeros y al conjunto de las hermandades que sostienen este patrimonio cultural tan valioso, con las que mantenemos una estrecha colaboración que se ha mantenido activa también en los dos ejercicios sin romería con diferentes actividades».
El presidente de la Fundación Cajasol ha señalado que «hoy nos toca festejar que la Aldea del Rocío pueda volver a llenarse de fieles con más ganas que nunca de vivir plenamente la devoción a la Virgen. Un acontecimiento tan multitudinario que trasciende las fronteras de nuestra tierra y tiene un carácter internacional, pero que es especialmente relevante en todos los planos para los pueblos de la comarca».
La presidenta de la Diputación ha cerrado el acto subrayando que la función de las administraciones públicas es allanar el camino, facilitar recursos y propiciar una Romería sostenible. “Es una Romería multitudinaria, que implica a numerosos municipios de la provincia, y que en algunos casos supone adentrarse en uno de los espacios naturales protegidos más importantes de nuestro país, como es el Parque Nacional de Doñana, por eso nuestro deber es garantizar tanto el bienestar y seguridad de las personas como la preservación de la naturaleza”.