La sede de la Fundación Cajasol en Sevilla acogió este miércoles 20 de septiembre, a las 20.00 horas, la presentación del libro ‘Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido’, de Paloma Sánchez-Garnica, Premio de Novela Fernando Lara 2016. Junto a la autora estuvieron presentes Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, Javier Tena, director territorial Sur-Canarias Axa Seguros, Ana Gavín, directora de la Fundación José Manuel Lara, y Jesús Vigorra, periodista y conductor del diálogo-entrevista con la propia Paloma Sánchez-Garnica. Entre los asistentes al acto estuvieron Consuelo García Píriz, miembro del patronato de la Fundación Lara, y Josep Alfonso, director de la Fundación AXA.
Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, fue el encargado de dar la bienvenida a los presentes, destacando que para la Entidad «siempre es un placer poder abrir nuestra casa a la promoción de la cultura, de los libros, del placer de leer». Antonio Pulido realzó la figura de Paloma Sánchez-Garnica, «que en el tiempo que lleva en el mercado literario ha cosechado una enorme respuesta del público, hasta el punto de que hablamos sin duda de uno de los nombres literarios del momento» y le dio la gracias a la Fundación José Manuel Lara «por el trabajo que realiza de difusión de la cultura y de las letras, un esfuerzo con el que la Fundación Cajasol está orgullosa de poder colaborar, ahora y en el futuro».
Con la magnífica cadencia narrativa que caracteriza a Paloma Sánchez- Garnica, la autora de ‘La sonata del silencio’ entreteje una novela emocional, capaz de generar una intriga permanente en el lector y cuyos personajes perfilan con maestría esta historia de secretos y mentiras. ‘Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido’ narra la historia de Carlota, que, con una brillante carrera como juez, el respeto de quienes la rodean, una vida independiente…lo tenía todo para ser feliz. Sin embargo, siempre le faltó una Navidad. Cuando a los doce años su madre le reveló el gran secreto, Carlota supo que ya nada volvería a ser igual. La palabra ‘bastarda’ se convirtió en un estigma para ella. La palabra ‘familia’ no volvió a significar lo mismo. La llamada de su padre moribundo muchas décadas después la obligará a debatirse entre el deseo de saber y la necesidad de huir.
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