Salir a flote con mis finanzas. ¿Estoy ahogado por mis finanzas y no hago nada?
¿Suena familiar esto?
Llega fin de mes y apenas me queda dinero, las deudas se me acumulan y la idea de ahorrar me parece imposible y esto un mes, otro y otro también… mi rutina financiera a la que añado una falta total de interés por solucionarlo, entonces padeceré lo que se llama Ceguera Financiera.
Cuando no me siento bien y tengo síntomas de una enfermedad a la que no le presto atención, puede llegar un momento en que los síntomas se agraven tanto que ponga en riesgo mi vida. Así, si continuamente gasto más de lo que ingreso, si me endeudo para salir adelante, si utilizo la tarjeta de crédito para el pago de gastos fijos… también mis finanzas pueden colapsar.
“No hay peor ciego que el que no quiere ver”.
En el fondo, la ceguera financiera la provoca una falta total de conciencia de mi situación financiera, unida a esos malos hábitos, porque quien tiene buenos hábitos financieros controla y es consciente de lo que hace en este ámbito.
También la falta de conocimientos financieros, le he prestado poca atención a la Educación Financiera, que puedo tener colabora agravando la situación aún más; pero, voy a tranquilizarme, porque la inestabilidad de mis finanzas tiene solución.
Como en toda situación de crisis, lo primero es reconocer que tengo un problema y tomar la decisión de cambiar la situación. No me debo sentir culpable, ¡es el primer paso que me proponen para mejorar mis finanzas!
A continuación, es necesario que haga una autoevaluación sobre mis hábitos financieros, identificando los comportamientos inadecuados, financieramente hablando, hará que me sea mucho más fácil salir de la crisis. Analizar y actuar con mayor consciencia.
¿Por dónde empezar?
- Identificar las causas de mi crisis: no tener un presupuesto, tener gastos hormiga, excederme en deudas malas, no invertir mis ahorros o vivir por encima de mis posibilidades son algunas de las causas más comunes.
- Crear un Presupuesto: Ya se ha hablado sobre este tema en otras ocasionas en Los Lunes Financieros: Anoto mis ingresos (salario, pensión, etc.) y todos mis gastos (hipoteca, alquiler, comida, transporte…) y compruebo si los primeros superan a los segundos, si no es así ya sé que debo tomar medidas con mis gastos. Un presupuesto me permite saber a dónde va mi dinero y me ayudará a controlar mis gastos, incluso reducir o eliminar algunos.
- Eliminar los gastos hormiga: Esos pequeños gastos diarios, como el café o las compras impulsivas, pueden estar consumiendo una parte importante de mi dinero. Que sean pequeños no significa que no deba prestarles atención. Todos estos gastos juntos pueden ser muy significativos.
- Diferencia entre deudas buenas y malas: Las deudas «buenas» son aquellas que te ayudan a generar ingresos o a construir un patrimonio, como una hipoteca para comprar una casa. Las deudas «malas» son las que solo generan más intereses y no te aportan ningún beneficio, como las de las tarjetas de crédito al comprar impulsivamente cosas que solo se acumulan en casa.
- No solo ahorrar, invierte: No debo dejar mi dinero parado en una cuenta bancaria. Tengo que buscar opciones de inversión que me permitan obtener rendimientos y hacer que mi dinero trabaje para mí.
Tomar el control de mis finanzas es un viaje, no una carrera. Debo ser paciente conmigo mismo y celebrar cada pequeño logro.
En las próximas entregas se plantearán estrategias para disminuir el estrés financiero para aumentar el control financiero.