El Fondo de Emergencia

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El Fondo de Emergencia

Además de organizar mis finanzas personales, los cambios de actitud propuestos desde la Educación Financiera pretenden reducir el estrés que genera el dinero, sobre todo, cuando falta, porque cuando menos lo espero surge una necesidad de forma imprevista y la tengo que atender sí o sí; aunque no podemos prever las emergencias; sí podemos prepararnos para ellas. Tener una actitud proactiva: nuestro primer objetivo financiero debe ser tener un Fondo de Emergencia, un dinero ahorrado suficiente que dé para vivir entre tres y seis meses si ocurre cualquier imprevisto.

Los imprevistos económicos son sin duda una de las peores pesadillas para cualquier familia ¡siempre ocurre en el momento menos oportuno! ¡Y no vienen solos!

Lo ideal es disponer de ese Fondo de Emergencia: un dinerito ahorrado para hacer frente a cualquier situación inesperada sin tener que pedir un préstamo o endeudarnos peligrosamente con tarjetas de crédito.

El dinero debe estar a mano y en sitio seguro. Si es una entidad financiera en un producto con máxima liquidez, sin riesgo y dónde no tenga domiciliado ningún pago. “A mano”; pero ¡NO SE TOCA! Salvo, por supuesto, que aparezca una emergencia.

Así, los problemas que tengo con el dinero sí se resuelven con dinero; pero con dinero que he ahorrado. Ahorrar es una señal de que gestiono bien mis finanzas.

Preahorrar

Trucos para ahorrar hay muchos; pero lo que de verdad hace que tenga éxito y el ahorro se convierta en un hábito es un cambio de actitud: el Preahorro, convertir el Ahorro en el primer gasto.

Ahorrar lo que me sobre de los ingresos que no he gastado a final de mes no es factible, porque seguramente mientras tenga dinero estoy tentado a gastarlo. Por eso, en cuanto reciba el ingreso mensual, aparto el dinero a ahorrar en una cuenta donde no pueda tocarlo.

    • Fórmula errónea:         Ahorro = Ingresos – Gastos
    • Fórmula correcta:         Ingresos – Ahorro = Gasto

La fórmula correcta se basa en que el dinero, al no llega a mi bolsillo, no lo tengo disponible para gastar. No caigo en la tentación de usarlo. Se ahorra automáticamente.

¡Si estoy apurado porque no llego a final de mes! tan solo hay que probar con Preahorrar una pequeña cantidad, 50 € por ejemplo, y guardarlos cuando me llegue el ingreso mensual. Es posible que llegue al final del mes igual de apurado que el mes anterior; pero ya tendré 50 € ahorrados.

El primer mes me costará; pero los siguientes meses ya no me costará tanto, hasta que lo convierta en un hábito.

Si además pongo en práctica analizar mis gastos y empiezo a eliminar algunos de los innecesarios, hasta es posible que incremento la cantidad a ahorrar cada mes.