Oigo hablar de la Inteligencia Artificial (IA) y en seguida pienso en ciencia ficción, algo futurista; sin darme cuenta de que es una realidad que ya la estoy experimentando en mi vida: las búsquedas en internet, el reconocimiento facial, coches que aparcan sin la acción del conductor, asistentes virtuales que responden cuando se les pregunta o cuando nuestra plataforma favorita de contenidos multimedia nos propone programas o películas que nos gustarían.
En estas entregas de “Los Lunes Financieros” se aborda el tema de la Inteligencia Artificial y cómo afecta y afectará a las finanzas, aunque realmente afecta a todos los campos de la actividad humana.
Centremos el tema.
¿Qué es la Inteligencia Artificial?
La Inteligencia Artificial (IA) es un área de la informática que permite automatizar la toma de decisiones y ejecución de acciones mediante el uso de sistemas informáticos y la aplicación de técnicas matemáticas a grandes volúmenes de datos.
Los ordenadores de IA están diseñados para desarrollar funciones humanas, como aprendizaje, toma de decisiones, planificación y reconocimiento de voz. La IA permite a las máquinas mejorar continuamente su funcionamiento sin que los seres humanos den instrucciones sobre cómo hacerlo.
Aunque se pudiera pensar lo contrario, la IA no es algo de hace unos días, pues este término surgió a mediados del siglo pasado, con los primeros ordenadores programables y lenguajes de programación. Algunas de las tecnologías basadas en IA existen desde hace décadas, otras son relativamente nuevas y muchas, como el aprendizaje automático (machine learning), evolucionan rápidamente gracias a la mayor disponibilidad de datos y a la mejora de la tecnología, que permite gestionar grandes volúmenes y fuentes de datos. Son estas nuevas capacidades las que están dando gran relevancia a la IA.
La llegada de la IA está transformando y transformará radicalmente el mundo. Cualquier sistema que genere datos digitales se le puede aplicar IA.
Un artículo del Harvard Business Review, de julio de 2017, designó a la IA como una tecnología parecida a la Electricidad o a los Motores de Combustión Interna, cuyas aplicaciones y desarrollo estimularon el crecimiento económico prolongado y los avances sociales, revolucionando así las operaciones de hogares y empresas de la misma manera.
La Inteligencia Artificial en el sector bancario
El sector financiero siempre ha sido pionero en implementar el uso de las nuevas tecnologías, buscando siempre mantener su negocio y conseguir mayor seguridad. Fue de los primeros en informatizar sus oficinas y en usar los grandes ordenadores para la tramitación masiva de las transacciones con sus clientes y, como no podía ser de otra forma, tampoco se ha mantenido al margen de estos avances en IA.
Para un banco hacer predicciones sobre el resultado de las operaciones, el análisis predictivo (¿este cliente me pagará el préstamo o no?), siempre ha sido su máxima. El precio de un préstamo se formaba a partir de la estimación del riesgo del incumplimiento de un prestatario y teniendo en cuenta las posibles garantías aportadas. Ello requería de un profundo conocimiento y una larga experiencia de los/as responsables del banco de la concesión de las operaciones.
Con la llegada de la IA, el sector bancario experimenta un cambio radical. Todos los bancos quieren encontrar nuevas formas de capturar y organizar los datos, esto implica nuevas herramientas y técnicas para aprender de sus datos y elaborar nuevos productos, servicios, interacciones con clientes y operaciones.
La IA es una herramienta muy poderosa que puede traer muchos beneficios al Sector Financiero y a sus clientes; sin embargo, también puede presentar desafíos y preocupaciones importantes.
En las próximas entregas se verán esos beneficios y preocupaciones que se van a dar en las relaciones de los bancos con sus clientes.
