El ser humano es un ser reflexivo, es lo que nos diferencia de otros seres vivos. Entonces ¿por qué tomamos decisiones irracionales sobre nuestro dinero?
Los modelos económicos clásicos sostienen que los consumidores buscarán siempre la satisfacción máxima, identificando las mejores soluciones usando reglas matemáticas; pero en la realidad esto no es así: preferimos gastar a ahorrar; no comparamos precios; no controlamos las compras con tarjetas…
En los últimos años ha surgido la Economía Conductual que, mezclando Economía con Psicología y Sociología, trata de comprender cómo piensan, eligen y deciden las personas de a pie. Han llegado a la conclusión de que nuestra mente no es tan racional como pensábamos. Utiliza atajos que a veces ponen en peligro nuestras finanzas.
Conocer estos atajos mentales y proponer ejercicios son la solución para volvernos más racionales con nuestras decisiones en materia de dinero.
Riesgo: Recompensa inmediata
Siempre estamos predispuestos a la recompensa inmediata y postergar cualquier sufrimiento. Esto, traducido al mundo financiero, quiere decir que entre ahorrar y gastar, casi siempre, optaremos por el segundo. Preferimos la satisfacción inmediata de lo conseguido gastando nuestros fondos a la gratificación que nos pueda llegar en el futuro con el ahorro.
Esta búsqueda incesante de satisfacción nos llevará a gastar los recursos actuales y los próximos pendientes de recibir.
¿Cómo luchar contra la Recompensa Inmediata?
Lo hemos apuntado en ocasiones anteriores: Convertir el Ahorro en el primer gasto. Nada más cobrar el sueldo hacer una transferencia periódica de la cantidad a ahorrar a una cuenta dónde no se pueda tocar el dinero.
