La mítica gimnasta española Almudena Cid fue una de las conferenciantes de la IX edición de Letras en Sevilla. Por su paso por la Fundación Cajasol es entrevistada por Antonio Pulido. Durante la conversación conocemos en qué proyectos se encuentra y su lado más solidario.

Hablar de Almudena Cid es hacerlo de una de las deportistas españolas que más ha destacado en el deporte español. En la actualidad es la única gimnasta que ha participado en cuatro finales olímpicas, desde Atlanta 1996 hasta Pekín 2008. Un hito único. Y todo ello sumado a ser campeona de España en su categoría en ocho ocasiones, y lograr medallas a nivel internacional en diferentes campeonatos. Es por ello que ha sido, y es, referente para muchos deportistas no sólo en su especialidad. Ahora, tras su retiro ha dado un vuelco a su forma de vivir, es actriz y empresaria.

En plena tarde primaveral, nos reunimos tras la jornada de la IX edición de Letras en Sevilla, en la que se tratan temas importantes de la sociedad actual y en los que las mujeres son protagonistas. Su participación ha generado mucho interés, y el patio de la sede de Sevilla se ha llenado de personas. Cuando le pregunté si es un ejemplo de superación, Almudena me respondió que para algunas personas de su entorno seguro que sí, pero ella ejemplificaba su caso con lo que ha tenido que vivir como deportista.

“Yo he tenido que hacer un análisis de mi paso por el deporte y por mi vida. En un momento en el que las gimnastas lo dejaban a los 20 años, yo fui capaz de entender que no tenía que escuchar esas voces y que debía escuchar la que nacía dentro de mí”, me narraba.

Ese cambio en el deporte hará que en los Juegos Olímpicos de París compitan en la misma categoría de gimnasia artística una gimnasta eslovena de 30 años frente a una alemana de 16. “Lo vamos a ver normal, pero en mi época, en el momento en que yo conseguí salir con 24, y luego con 28 años no era normal. Y esa batalla la lideré yo, en solitario, y me alegra saber que quienes decían emprender el camino de continuar en la élite, con cierta edad, tienen un referente que abrió ese camino”, agregó Almudena sobre el tema.

También le pregunté sobre el papel que actualmente desempeña la mujer en la sociedad. Cid destacó que “ha avanzado en muchos aspectos”, incluso afirmaba que se han recuperado espacios históricos en los que normalmente fueron referentes. Para ello me narró cómo hace décadas, en el fútbol, las mujeres llenaban estadios, algo que se ve como normal hoy, pero hace unos años no.

“Yo recientemente he hecho una función de teatro, las Ladies Fútbol Club. Es el primer equipo de fútbol femenino de la historia de Inglaterra y transcurre durante la Segunda Guerra Mundial. Estas mujeres llenaron estadios de 53.000 espectadores durante la guerra. Pero cuando los hombres volvieron del frente, les dijeron que devolvieran el balón y estuvieron prohibidas 50 años. Entonces para mí la historia me dice que no tenemos que callarnos, y creo que estamos en ese momento en el que somos conscientes de que tenemos que seguir recuperando espacios y pidiendo espacios”, afirmaba.

Seguía la conversación, y le pregunté a Almudena cuáles habían sido los momentos más complicados de su carrera deportiva. Ella, contundentemente, me respondió que, a principios de siglo, decidiendo continuar en la élite deportiva tuvo que buscar la fórmula para seguir, con una lesión muy grave. “Me busqué la vida para seguir. Me había roto el menisco. Acabé entrenando otra vez con mi primera entrenadora en Vitoria, y de allí acabamos en Cataluña. A los cuatro meses, la seleccionadora nacional me llamó y me dijo que tenía que volver a Madrid. Me negué.”, aseguró Cid. Todo esto hizo que durante los ocho años siguientes tuviera problemas al no estar dónde la estructura creada por la Federación quería que estuviera.

Además de momentos complicados, también hay logros de los que un deportista siempre está satisfecho. Cuando le pedí una respuesta sobre ello, Almudena lo tenía claro, su mejor hito estaba en que pudo dejar su carrera deportiva dónde, cuándo y cómo quiso. “Mi mayor logro es haber normalizado el cambio de la edad del cuerpo de la mujer sobre un tapiz, y sobre todo haber normalizado que hay dos o tres años conflictivos en este cambio que vive y atraviesa la mujer, pero que no necesariamente tiene una connotación negativa, sino que es una etapa de cambio y de redescubrimiento”, explicó Cid.

Reflexionando sobre solidaridad, la ex gimnasta olímpica afirma que en España “las personas son muy solidarias”, siendo nuestra sociedad muy concienciada en momentos que así lo ha necesitado. Preguntándole si participa en alguna organización no gubernamental, Almudena explica que su solidaridad es con quién más lo necesita. “Mi forma de ser solidaria ya no es tanto con la asociación a una ONG, con la que puntualmente voy colaborando. Como tener acciones con los deportistas que ni conozco (…) que va a afectar muy positivamente a muchas personas que están en su casa pensando que no hay nada que hacer”, apuntaba. Y es que este tipo de apoyo, tal y como dice nuestra protagonista, en el que brindas ayuda a deportistas que se han sentido mal y que están bloqueados sin saber que hacer, es un acto de solidaridad.

Finalmente, sobre su situación actual Almudena Cid nos cuenta que acaba de terminar de rodar la serie española ‘La suerte’, además de seguir dando conferencias para empresas, “algo que ha surgido a raíz de la escritura de mi último libro”, afirmaba. Del mismo modo me comenta que está trabajando por la dignificación de los deportistas que puedan tener una cotización en la Seguridad Social mientras son deportistas de élite.

Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol

Revista Fundación. Nuestra razón de ser. Nº18